Historia de la melodía “Las chiapanecas”

Por José Luis Castro A.

En el XCII aniversario de su composición.

 

En Chiapas hay una hermosa composición musical de mucho ritmo y acompañamiento, y sumamente contagiosa que invita a utilizar las palmas en forma intermitente y alegre. Me refiero a “Las Chiapanecas”. Melodía popular de curiosa y anecdótica historia, que lo mismo se canta y se baila en Chiapas que en México, y más allá de sus fronteras. He aquí su historia:

En 1918 se integró formalmente el “Cuarteto Marimbístico de los Hermanos Gómez”, mismo que estaba formado por los tuxtlecos: David Gómez Gutiérrez (El Califa), Arturo Gómez (El Gordo), Álvaro López (La Vaca) y Jesús Jiménez (El Chíquiris), dirigidos hábilmente por el primero.

La primera actuación del “Cuarteto de los Hermanos Gómez”, como grupo marimbístico profesional, tuvo lugar el 12 de octubre de 1918 en el antiguo Teatro del Estado, con motivo de la conmemoración de la “Fiesta de la Raza”. Lugar donde interpretaron magistralmente “Marina”, capricho musical del brillantísimo músico Julio Ituarte. Este grupo había venido actuando informalmente como “Cuarteto Gómez” desde 1911.

En 1920, se fueron a radicar a la ciudad de Tampico, Tamaulipas. En esta hermosa ciudad portuaria  cosecharon  muchos   aplausos,   éxitos  y dinero. En uno de tantos conciertos que daban en teatros y centros nocturnos conocieron a don Miguel Lerdo de Tejada quien entusiasmado vivamente por la música de marimba los contrató para una gira teatral por los Estados Unidos de Norteamérica con la original caravana “Lerdo de Tejada”. La tournée duró un año, habiendo recorrido las principales ciudades gringas. El cuarteto de los hermanos Gómez regresa nuevamente a Tampico.

En 1924, en otra de sus presentaciones, los hermanos Gómez conocieron al músico, compositor y pianista Juan Arozamena Sánchez (1899–1926), quien al calor de las copas y de la música de marimba los invitó a que se unieran a la Compañía de Revistas de Lupe Rivas Cacho. Los hermanos Gómez aceptaron. El 24 de junio, día de San Juan, zarparon de Tampico a Veracruz y de esta ciudad a Mérida, Yucatán. Aquí hizo su debut, en el Teatro Progreso, el “Cuarteto de los Hermanos Gómez”. De Yucatán se fueron a La Habana, Cuba.

En el trayecto de Puerto Progreso a La Habana, Cuba, en alta mar, el joven Juan Arozamena, músico y bohemio, al escuchar la música de marimba, ejecutada con ágil maestría por los hermanos Gómez, embriagado por las voces canoras de las maderas que cantaban, el sofocante calor marino y los  alcoholes ingeridos, compuso la letra y la música de la melodía “Las Chiapanecas”, que a la postre se convirtió en un verdadero concierto de la selva chiapaneca y en el segundo himno regional de Chiapas. Composición musical que fue incluida en las revista “Cosas de mi Tierra”, de la compañía de comedias y de zarzuelas, cuyo gerente era el propio Juan Arozamena, esposo de Lupita Rivas Cacho. “Las Chiapanecas” fue interpretada, por primera vez, el 5 de julio de 1924, por el “Cuarteto de los Hermanos Gómez” en el Teatro “Variedades Payret” de La Habana, Cuba, misma que fue cantada y bailada por Lupita Rivas Cacho y sus coristas Lola Soto, Virginia Valvier, María Camacho, Guadalupe y María Luisa Arozamena. La melodía fue todo un éxito.  Los atronadores aplausos no se hicieron esperar. Fue así como su compositor, don Juanito Arozamena, como se le conocía popularmente, se convirtió en uno de los hijos predilectos de Chiapas.

La gira teatral incluyó todas las Antillas. La caravana artística de Lupe Rivas continuó por toda España y los hermanos Gómez se regresaron a Tampico, donde permanecieron cinco años más.

De regreso, de Cuba a México, el “Cuarteto de los Hermanos Gómez” ejecuta por primera vez en tierras mexicanas “Las Chiapanecas”, en el Teatro Progreso, de la ciudad de Mérida, Yucatán; después en Veracruz y, posteriormente, en el puerto de Tampico.

En 1930 los hermanos Gómez regresan a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. La prensa chiapaneca les da la más cordial de las bienvenidas. El 2 de diciembre del mismo año, hacen su debut en el Teatro Emilio Rabasa (antiguo Teatro del Estado), interpretando música clásica, folclórica y popular; sin faltar “Las Chiapanecas” que fue ejecutada magistralmente. Ellos la popularizaron en Cuba, en Veracruz, en Tampico y ahora en Chiapas. En este mismo año de 1930 surgió el bailable denominado “Las Chiapanequita” del músico y compositor Eduardo J. Selvas. Así como una nueva letra de “Las Chiapanecas” escrita por el músico Manuel Castro Padilla (1893–1940). No tuvieron el éxito de “Las Chiapanecas”.

El éxito alcanzado por los hermanos Gómez en Chiapas se debió, en parte, a la melodía “Las Chiapanecas”, misma que traspasó las fronteras mexicanas.

Fue tanto el éxito de “Las Chiapanecas” que fue incluida en las películas mexicanas: “La Mujer sin Lágrimas”, que interpretaron Libertad Lamarque, Marga López y Ernesto Alonso; y “La Novia del Mar”. Con estas películas  los mexicanos tuvieron la oportunidad de escuchar la letra y música de “Las Chiapanecas”.

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En 1942, la bella, sensual y famosa bailarina venezolana Conchita Ramírez (Nana), después de su exitosa presentación en los teatros de Broadwey (Nueva York), decide hacer una intensa gira por Alaska: Islandia, Terranova, las Aleutianas y Dutch Harbor. La escultural morenaza, reina del trópico sudamericano, bailó en toda su gira música afrocubana y, particularmente, rumba, conga y “Las Chiapanecas”. En 1949 Dámaso Pérez Prado grabó Las Chiapanecas a ritmo de Mambo y en 1962 el trío Los panchos grabaron y cantaron Las Chiapanecas. En 1959, el famoso cantante estadounidense Nat King Cole graba el disco “Cole en Español”, en donde interpreta la melodía “Las Chiapanecas”, con música de Juan Arozamena, letra de Manuel Castro Padilla y acompañamiento musical de la marimba de los “Hermanos Paniagua”. Tiempo después, la gran Orquesta Filarmónica de Londres, Inglaterra, dirigida por Luis Cobos, graba un disco donde incluye  “Las Chiapanecas”. Con el tiempo esta melodía se hizo del dominio público, olvidándose el nombre del autor de la letra y de la música, así como de la historia de su origen.