Migración, factor que interviene en la cultura y tradiciones indígenas

Por Guillermo Enríquez

 

San Cristóbal de Las Casas.- Muchos de los jóvenes que han realizado alguna  vez  un viaje al Norte del país en busca del “Sueño Americano”, ´ prefieren escuchar “narcocorridos”  en lugar de la música tradicional del pueblo de San Juan Chamula.

 

Sobre esta perspectiva, Andrés López Díaz, integrante de la agrupación “Yajvalel Vinajel” (dueño del cielo), señaló que muchas de las personas de Chamula, en su mayoría jóvenes, se han adecuado a las preferencias musicales de quienes son sus compañeros de viaje.

“Es lo paradójico en esta parte, eso tiene que ver con la globalización, con la migración que hay, viajan a Estado Unidos, al Norte del país; por ejemplo la agrupación de los Tigres del Norte que retoman temas de migración pues les llama la atención, que son sujetos migrantes”, dijo.

Añadió que en muchas ocasiones muchos de los jóvenes no voltean hacia sus raíces y prefieren escuchar los llamados narcocorridos o música de otro país como Estados Unidos,  que tienen un efecto de masa.

“Hay cosas rescatables en nuestra cultura que no volteamos a ver y muchos nos vamos con la música extranjera, la música delictiva que hoy impera en nuestro país, por ejemplo los narcocorridos que afecta mucho sobre todo la psicología de nuestros niños, pero la música tradicional es una música de las deidades, algo místico”, añadió.

 El joven músico, sostuvo que muchos de sus familiares han emigrado al norte del  país, por lo que se han visto obligados o asistidos para escuchar música diferente a la de sus lugares de origen, pero hay quienes  buscan  fomentar la música tradicional.

Señaló que uno de los tópicos que los caracterizan  como agrupación, es que buscan incluir a las mujeres en la interpretación de sus canciones, porque debido a diversos esquemas machistas no pueden participar.

 “Hay varias que participan, están actualmente Patricia Gómez Hernández, Adela Gómez Castellanos, Lucia Gómez López y Rosalía. Generalmente la mujer no tiene participación en aspecto musical pero nosotros rompemos esos esquemas, tenemos nuevas visiones, nuevas propuestas, metas hacia la música, a las mujeres hemos enseñado a tocar instrumentos musicales, arpa y guitarras”, acotó

 Señaló que en los próximos meses, dentro de sus interpretaciones podrían incluir sólo a músicos mujeres para así hacer un movimiento en el que este género pueda ser tomado en cuenta.

Mencionó que  en esta agrupación se consolidan instrumentos como el arpa, guitarra, tambor, sonajas (maracas), acordeón, violín, con las que hacen modificaciones a su música tradicional, pero no pierden la esencia como en la melodía llamada Bolom Chon que fue creada por un indígena Chamula, dentro de un proyecto del Instituto Nacional Indigenistas (INI) hoy  Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).

 “Después del movimiento zapatista como que hubo un impacto en la conciencia histórica, en la conciencia del sujeto para retomar su identidad a través de la música, entonces nace Sak Tzevul, muchos grupos etnorock en Chamula”, añadió.

 Por último, dijo que  el  rock indígena es una responsabilidad, ya que no es fácil tocar piezas que pueden ser aprendidas por otras generaciones como las de Likan Tot que se interpreta al inicio de un ritual  pero que busca que se conozca la interacción de los pueblos con el universo.