Buscan contrarrestar abuso de agroquímicos en suelos agrícolas

Agencia

Suchiapa

 

Investigadores del área de Ingeniería Agroindustrial y Biotecnología de la Universidad Politécnica de Chiapas, establecieron diferentes tratamientos para evaluar el uso de residuos agroindustriales, en la elaboración de compostas que contrarresten el abuso de agroquímicos y mejoren la fertilidad de los suelos.

 

Los abonos orgánicos además de favorecer la disponibilidad de nutrientes requeridos por las plantas y favorecer su desarrollo sano y vigoroso, promueve la producción de sustancias reguladoras, antibióticos y la biodegradación de materia orgánica, además de mantener la actividad biológica del suelo.

A través de la investigación denominada “Caracterización fisicoquímica de compostas enriquecidas con residuos agroindustriales”, desarrollada por Yolanda del Carmen Pérez Luna, Yazmín Sánchez Roque, Roberto Berrones Hernández y Sergio Saldaña Trinidad, se diseñaron y evaluaron compostas empleando residuos como suero de leche y melaza, estiércol de vaca y borrego, cáscaras de mango, plátano, cacahuate y hojarasca.

El estudio consistió en monitorear a través de análisis fisicoquímicos y microbiológicos el proceso de composteo en los diferentes tratamientos establecidos para definir la calidad del abono tipo compost sólido.

El desarrollo de compostas se ha realizado desde hace mucho tiempo, es importante mencionar que en la mayoría de los casos el proceso para su elaboración carece de una adecuada estandarización y sobre todo caracterización de los parámetros físicos, químicos y biológicos.

De igual forma, en la industria se desperdician anualmente toneladas de residuos que no han sido totalmente agotados y que pueden ser usados para enriquecer las compostas, evitando así problemas de contaminación por el manejo inadecuado de los mismos.

Después de la evaluación de las investigaciones se determinó que la composta enriquecida con melaza demostró ser de buena calidad y puede ser utilizada como una enmienda orgánica en cualquier cultivo, ya que se encuentra por debajo de los límites establecido por la NOM-004-SEMARNAT-2002 que dice que no representa un riesgo para la salud humana.

Es importante recordar que en la actualidad, la agricultura convencional juega un papel importante en  la demanda de alimentos de una población en constante crecimiento, lo que también ha dado lugar a una progresiva dependencia química por el abasto de fertilizantes y pesticidas.

Los fertilizantes químicos son sustancias compuestas de cantidades  conocidas de nitrógeno, fósforo y potasio; éstos son  industrialmente manipulados y su explotación provoca la contaminación del aire y el agua subterránea.