La vida sacrificada de los pequeños agricultores

Por José Aquino

 

Ocozocoautla.- A pesar de que existen programas sociales destinados a brindar créditos rurales, los pequeños agricultores seguimos atravesando por serios problemas de financiamiento, expresó Detudiel López Gómez granjero del rancho “El Tablón II”, ubicado sobre la carretera Ocozocoautla-Villaflores.

 

Afirmó que para lograr el éxito de su producción ha tenido que asociarse con otros proveedores y así cumplir con las condiciones del mercado.

Suma más de 15 años de su vida en el trabajo agrícola, dedicado a la siembra, cosecha y venta del tomate.

Decidió apostarle al campo, recuerda que en su juventud –al igual que otros adolescentes- tuvo oportunidad de irse a la ciudad capital Tuxtla Gutiérrez pero prefirió consagrar su vida a esta digna labor.

“Ya casi nadie quiere ser campesino, porque dicen que es un trabajo mal pagado y denigrado, pero yo creo todo lo contrario porque te permite ganar el pan de cada día con el sudor de tu frente”, comentó.

Dijo que otros de los motivos son: el cambio climático, altos costos de los productos del campo, las plagas, y la falta de recursos.

“El escenario en el campo no es muy alentador, platico con mis compañeros y me dicen que los apoyos no llegan a sus zonas”, señaló.

Comentó que a pesar de que el panorama sea triste, eso no le impide que haga su trabajo todos los días porque es algo que le gusta hacer.

“Aquí en el rancho somos de 8 a 9 personas las que nos dedicamos especialmente a la producción y venta del tomate, con un salario de casi 100 pesos al día”, manifestó.

Dio a conocer que la temporada ha sido regular puesto que la venta de su mercancía ha alcanzó 1800 cajas diarias.

“Cuando nos va mal solo comerciamos quinientas, tenemos que ofrecer a un costo menor para que no tengamos mermas”, añadió.

Indicó que el precio en estos momentos es de 150 pesos por reja la cual contiene aproximadamente 19 kilos y los lugares donde las distribuyen son la central de abasto, Villaflores y franjas aledañas.

Exhortó a las autoridades agropecuarias no olvidarse de asistir a los trabajadores del campo.

“La pobreza en el campo aumenta paulatinamente por la falta de productividad y apoyo”, reiteró.

Expuso que algunos de los jornaleros mejor optan dedicarse a otras actividades como la carpintería, albañilería y tiendas de abarrotes que no requieren de mucha inversión.

“Hago un llamado para que no se olviden de nosotros los pequeños agricultores, somos quienes cultivamos las tierras, los que damos de comer a la gente, para que fomenten y sobre todo cumplan con los esquemas agropecuarios que nos ayudan a llevar el sustento a nuestras familias” dijo.

De acuerdo a la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA) 2012 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) donde establece que:

La falta de apoyos, los altos costos de insumos y servicios, las pérdidas por cuestiones climáticas y plagas, la falta de capacitación, la pérdida de fertilidad del suelo y la infraestructura insuficiente para la producción, resaltan entre principales obstáculos que tienen que sortear los agricultores y ganaderos.

En el campo mexicano todavía existe el uso de animales de tiro o yunta, pues el 24.7 por ciento del total lo utiliza.

 

Son muy pocos los productores que aplican las tecnologías en sus procesos, como el control biológico de plagas, la recepción de asistencia técnica, biofertilizantes y el sensor óptico.