Alan Parsons estremece al Auditorio

El compositor y legendario ingeniero de audio enloqueció a un público de seis mil personas con su Alan Parsons Symphonic Project

Nota y foto: Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO.

Frente a seis mil asistentes que ocuparon las butacas del Auditorio Nacional, y después de cinco años de ausencia de los escenarios mexica­nos, Alan Parsons ofreció la noche del miércoles una cá­tedra de lo que es saber ma­nejar el sonido en cualquier circunstancia.

 

Con 19 canciones que hi­cieron un recorrido por su ca­rrera musical y acompañado por la Filarmónica 5 de Mayo de Puebla, Parsons y sus compañeros músicos mos­traron durante casi dos horas que una buena ingeniería de audio, un elegante y sencillo diseño de iluminación y una trayectoria envidiable son los elementos para hacer de un concierto memorable.

Cinco minutos después de las 20:30 horas los inte­grantes de la Filarmónica 5 de Mayo de Puebla aparecieron en el escenario para tomar su lugar y así inició el viaje sono­ro del proyecto sinfónico de Parsons.

Mientras los músicos que acompañan al ingeniero de audio —P.J. Olsson, Dan­ny Thompson, Guy Erez, Tom Brooks, Todd Cooper, Dan Tracey y Jeff Kollman— mantenían el espíritu de las canciones, la filarmónica mexicana les daba un refres­cante y nuevo sonido... y al centro, Alan Parsons con su guitarra controlando todo, mientras sonaban las no­tas de Standing On Higher Ground.

“Hola México, muchas gracias”, lanzó el composi­tor al público, que reaccio­nó con aplausos y ovaciones y que seguía cada uno de los movimientos de los ins­trumentos mientras que las canciones Don’t Answer Me y Time se apoderaron del lugar.

“Vamos a tocar algo que nunca habíamos toca­do antes en México, esto es Ammonia Avenue”, dijo el músico a sus fans, quienes atentos escucharon el tema que el británico presentó con nuevos arreglos, tal como lo había comentado en la con­ferencia de prensa que ofre­ció el martes pasado.

No debería hablar en in­glés pero lo voy a tener que hacer. Ahora vamos a regre­sar al momento en el que se estrenó Star Wars, hace ya al­gún tiempo, y vamos a tocar la primera parte del disco I Ro­bot”, lanzó Parsons emocio­nando a los seguidores de la saga de George Lucas.

I Don’n Wanna Be Like You fue el preámbulo de Some Other Time, Breakdown —en la que hizo cantar a los pre­sentes el coro de Freedom... de pie— y Don’t Let It Show, en la que P.J. Olsson, Jeff Koll­man, Todd Cooper y el mismo Parsons combinaron sus vo­ces y su virtuosismos con los instrumentos al centro del es­cenario, para estremecer a los fans del rock progresivo que no paraban de ovacionar el músico y lanzarle mensajes como “Alan, I love you”.

Con una cátedra de lo que es mezclar los instrumen­tos eléctricos con los de un ejército de 90 amantes de la música que conforman la Filarmónica 5 de Mayo, to­maron su turno temas como Luciferama, Old and Wise y Days Are Numbers, confir­mando lo que alguna vez dijo Parsons: “la ingeniería de au­dio también es arte”.

Después de interpretar a Damned If I Do, el británico tuvo un lindo gesto con su pa­sado. “Muchas gracias, thank you. Esta es una de mis can­ciones favoritas y se la quie­ro dedicar a la otra mitad de Alan Parsons Proyect que ya no está, el señor Eric Woolf­son”, dijo Parsons para dar pie a Limelight.

Así, con la simpatía y sen­cillez disfrazadas de seriedad, Parsons fue dando espacio a temas como Silence and I, Prime Time, Sirius y Eye In the Sky, para despedirse de su público por unos minutos y regresar el escenario para ce­rrar su presentación con Dr. Tarr & Prof. Fether y Games People Play.