¿Por qué el PIB de México cayó antes de las elecciones?

Nota y foto: Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO

La actividad económica de México tropezó de abril a junio de este año –previo a los comicios del 1 de julio– al caer 0.1% respecto al trimestre anterior, de acuerdo con la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

 

Se trató del primer retroceso luego de 10 trimestres seguidos de avances; el crecimiento de 0.3% del sector servicios no pudo compensar las caídas en la producción agropecuaria (2.1%) e industrial (0.3 por ciento).

En el comparativo anual, la economía avanzó 1.6% en el segundo trimestre, cifra que muestra una desaceleración frente al trimestre previo (2.3%) y acumuló un crecimiento de 2.0% en el primer semestre de 2018, el menor de los últimos cinco años para un mismo periodo.

FACTORES

El Producto Interno Bruto mide la producción de bienes y servicios en una economía en un periodo determinado, y su crecimiento está asociado a mayor generación de empleo y pago de salarios a la población ocupada, además de un mejor desempeño de las empresas en su actividad productiva.

El Inegi aclara que la estimación oportuna del PIB toma los datos de los dos primeros meses de un trimestre y los disponibles para el tercer mes, por lo que alcanza cubrir el 80% de información directa y proyecta los resultados del 20% restante.

El dato revisado del segundo trimestre será publicado por el instituto el próximo 24 de agosto.

Para Joan Domene, analista económico del Banco Invex, las cifras del segundo trimestre del año en curso muestran una marcada desaceleración de la economía, ocasionada, por un lado, “por la reducción en la plataforma petrolera y el menor gasto en construcción que afectan a la industria”; y por el otro, “por la desaceleración del consumo que mermó el ritmo del sector servicios”.

Sobre la desaceleración en los servicios, Mariana Ramírez, economista de BX+, planteó que “observamos que se consolida la tendencia a la baja en el sector, sustentado en bajos salarios reales y las mayores tasas de interés, así como un ciclo que se encuentra en la fase tardía de expansión”.

EXPECTATIVAS

Delia Paredes y Francisco Flores, economistas de Banorte, esperan un cierre de año con una mejoría en el crecimiento económico, debido a que “el consumo privado podría mostrar un mayor dinamismo derivado de un aumento en el poder adquisitivo de los trabajadores – por menores niveles de inflación– así como de la reciente apreciación del tipo de cambio”.

Mencionaron también que una base de comparación más favorable ayudará a un mayor crecimiento en el segundo semestre, puesto que en el mismo periodo del año pasado los sismos impactaron la actividad económica.

Por su parte, Joan Domene de Invex añadió que “la renovada expectativa de que se resuelva positivamente la renegociación del TLCAN y que la transición política sea ordenada podría favorecer un crecimiento ligeramente mayor al esperado actualmente”.