INAH gasta 7.7 mdp más en renta

Las nuevas oficinas del organismo costarán 700 mil pesos más al mes

Nota y foto: Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO.

Los sismos de septiembre del año pasado no sólo han dejado gastos al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para la reconstrucción del patrimonio cultural, también representaron ahorros. Durante cuatro meses, de octubre de 2017 a febrero de este año, el organismo ahorró mensualmente 3.4 millones de pesos por la renta del edificio conocido como Conjunto Aristos, al que ya no pudo regresar después del terremoto.

 

En total, el organismo ahorró 13.6 millones de pesos que podrán ser canalizados a “tareas sustantivas” del organismo, de acuerdo con Maribel Núñez Mora Fernández, secretaria administrativa del INAH. Sin detallar los proyectos que podrían ser apoyados con el ahorro, la funcionaria señala en entrevista: “con ese ahorro que estoy teniendo en renta lo puedo canalizar a actividades sustantivas, a exposiciones, al área de proyectos, investigaciones, al patrimonio cultural, la conservación y museos y exposiciones”.

Los ahorros para el organismo, sin embargo, se quedarán ahí. A partir de febrero pasado, el INAH comenzó a pagar la renta del edificio de Hamburgo 135, en la colonia Juárez, por un monto de 4.1 millones de pesos, lo que representa un incremento mensual de al menos 700 mil pesos con respecto a los 3.4 millones de pesos que devengaba por el edificio Aristos en los dos últimos años.   

Núñez argumenta que la justipreciación (el precio más riguroso de un bien) que exige la ley, coloca al nuevo inmueble en un estado de mayor ventaja para el INAH. “En Aristos traíamos unos 13 mil 790 metros cuadrados y estábamos pagando una renta mensual de 3 millones 400 mil pesos, pero en Aristos la justipreciación que nos estaba dando el Indaabin (Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacional) era de 274 pesos por metro cuadrado, eso nos implicaría que para todo el año 2017 estábamos pagando casi 5 millones de pesos (4 millones 928 mil 802 pesos) en renta en Aristos”.

Ahora, dice, en Hamburgo “tenemos un área de 15 mil 47 metros cuadrados y la justipreciación que nos dio en Indaabin fue de 212 pesos por metro cuadrado. Estamos pagando al mes 4 millones 71 mil 419 pesos; traemos un ahorro de casi 900 mil pesos por casi 2 mil metros cuadrados más”. El ahorro sólo sucede en el precio justipreciado porque ahora, el INAH deberá pagar 7.7 millones de pesos más al año; 700 mil pesos más por cada uno de los 11 meses que abarca el contrato signado con el arrendador: del 1 de febrero hasta el 1 de diciembre de 2018.

Núñez Mora explica que el INAH se decantó por el inmueble de Hamburgo 135 porque representaba varias ventajas. Primero, una capacidad mayor a los 14 mil metros cuadrados que se necesitaban, además, “gozaba con todos los dictámenes estructurales de seguridad, tiene escaleras de emergencia que Aristos no tenía, tiene capacidad de tres elevadores que ayudarán al desplazamiento del personal y contábamos también con un área, en un estacionamiento descubierto, para poner los talleres de museos y exposiciones que teníamos de manera muy provisional en el edificio de Aristos”.

Antes de decidirse por el nuevo domicilio, el INAH revisó un inmueble sobre la avenida Arcos de Belén, justo enfrente del Registro Civil; uno más que ocupaba la Seduvi muy cerca al Monumento a la Madre; el edificio de Reforma 180 que se ubica en Insurgentes y Reforma y uno más en Río Becerra que no tenía los metros cuadrados requeridos. Como sucedía con Aristos, el nuevo edificio permitirá al organismo concentrar áreas que mantenía dispersas.

Una de ellas es la Dirección de Operación de Sitios que se mantenía en el Palacio del Marqués del Apartado, en el Centro Histórico, inmueble que pertenece a la Secretaría de Cultura federal y en el que prepara de manera sigilosa la creación del llamado Museo de museos. También, dice, ahora podrán contar con mejores instalaciones los talleres de la Coordinación de Museos y Exposiciones, “esto quiere decir que puedan tener talleres divididos, pintura, carpintería y que tengan los sistemas de extracción necesarios para garantizar la seguridad de los trabajadores”.

SIN RELACIÓN

Después de los sismos de septiembre de 2017, el INAH ya no pudo regresar al Conjunto Aristos: “el arrendador nos informó que no podíamos ocupar de inmediato las instalaciones derivado de unos estudios que ellos tenían que hacer y que no sabían cuánto se iban a tardar”. Ambas partes decidieron finiquitar la relación contractual suscribiendo un convenio de terminación anticipada del contrato “en donde se nos condonaron los tres últimos meses del año de renta, del último trimestre del año, derivado de lo de los sismos. Al día de hoy no guardamos ninguna relación jurídica con el arrendador”.

Quedarse sin oficinas obligó a la institución a repartir a sus trabajadores a otros edificios que son de su propiedad. Así permanecieron durante cuatro meses hasta que se eligió el inmueble de Hamburgo 135. Pero, llevar a cabo la mudanza al nuevo domicilio, no ha sido cosa fácil. Aunque Núñez afirma que se ha reutilizado todo el mobiliario que ya se ocupaba en Aristos, el organismo deberá agregar a sus gastos el reacondicionamiento del inmueble.

Estamos terminando de hacer las adecuaciones y también de hacer la mudanza del personal, ahora no puedo dar una cifra cierta de cuánto está costando eso, pero se trata del  acondicionamiento de oficinas, división de oficinas, traslado de mobiliario y también la instalación de todo lo que sería servicios de voz y datos. El inmueble estaba previamente ocupado por Petróleos Mexicanos, por lo que tuvimos que hacer adecuaciones de la distribución de acuerdo a lo que necesitaba el instituto, son detalles que todavía estamos terminando”, dice.

Si bien la renta comenzó a correr el 1 de febrero, los trabajadores comenzaron a mudarse a principios de mayo, pero, afirma, sólo se trata de las áreas sustantivas. “Calculo que estamos ahorita en un porcentaje de avance de un 70 por ciento de la mudanza, ya tengo aquí todo el mobiliario del personal”.

La funcionaria estima que para principios de agosto, el INAH estará funcionando al 100% en su nuevo domicilio de la Zona Rosa.