HOSPITAL DEL ALMA 07/08/2015

Por el Duque de Santo Ton

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 Querido Duque de Santo Ton:

Trabajo en un consorcio muy importante de Chiapas. Estudié  licenciada en administración de empresas en el Tecnológico de Monterrey y luego hice una maestría en el MIT  (Massachusetts Institute of Technology). Me pagan muy bien y mi vida sería excelente si no fuera porque desde que empecé en mi empleo, lo primero que hice fue acostarme con mi jefe, el dueño de la empresa, y lo sigo haciendo. Su esposa es muy linda conmigo, trata de introducirme en su grupo de amistades, de ayudarme a elevar mi nivel social, pero a mí además de que me da mucha flojera se me hace que sería poco leal con ella, pues ni se imagina que su esposo y yo somos amantes y lo seguiremos siendo.

 

Natalia

Tuxtla Gutiérrez

Querida Natalia:

Si tienes las cosas tan claras en el plano sexual, sácale provecho a tu situación. El ser amante de tu jefe siempre te resultará compensatorio en el plano laboral, tus ascensos serán constantes y ganarás cada vez más dinero. A la vieja síguele la corriente pues con toda seguridad entre su grupo de amigas habrá otras mujeres tan zorras como tú y al tenerla cerca puedes controlarla. Eso sí: recuerda que las infidelidades conyugales no causan problemas mientras son secretas. No cometas la estupidez de mostrarte en público con el hombre y ni se te vaya a ocurrir la idea de que va a dejar a su familia para casarse contigo ¿por lo demás?,  ¡disfruta de la vida!

Duque:

Me dijeron que los enanos son de buena suerte y me da gusto porque en mi oficina hay un enanito bien lindo.

Rosaura

San Cristóbal

Querida Rosaura:

Además de que los enanos no tienen nada de lindo y son aves de mal agüero, son envidiosos, traidores y resentidos sociales además de rateros. Ni se te vaya a ocurrir entrar en tratos con el enano porque con toda seguridad te vas a arrepentir.

 Duque de Santo Ton:

Vivo en una casa dúplex y soy soltero. Te escribo para que me aconsejes qué hacer porque la pareja que vive en la parte de arriba, duerme en un cuatro que está sobre el mío y todos los días, como a las cinco de la mañana, se ponen a hacer el amor y es un rechinar la cama, emitir quejidos y decir groserías, que no me dejan dormir. Me despiertan y ya no puedo volver a conciliar el sueño. Te juro que me han dado ganas de ir a tocarles el timbre para que se callen pero no me he atrevido.

Óscar

Berriozábal

 

Querido Óscar:

Desgraciadamente el proletariado urbano, al que perteneces, está destinado a vivir hacinado en microscópicas viviendas como la tuya, en las que tienes que compartir tu intimidad con los demás, tal y como te está sucediendo. Te sugiero que no des tanta importancia al asunto y trates de acostumbrarte porque mientras no te cambies de casa no le veo otra salida. Una vez cerrada su puerta, tus vecinos pueden hacer lo que quieran y no vas a hacer tú el que marque el horario de sus ayuntamientos carnales.

 Querido Duque de Santo Ton:

Después de varios años de casada, me enteré de que a mi suegra le gusta escribir poesías por lo que se me ocurrió preguntarle si era cierto. Nunca lo hubiera hecho, la vieja no desaprovecha la oportunidad para plantarse en mi casa para recitarme sus pendejadas, que además de ser de lo más cursis, parecen haber sido escritas por un retrasado mental. Como se trata de la madre de mi esposo yo no digo nada pero ya me tiene hasta la madre la desgraciada. Necesito encontrar alguna solución.

Malena

Tuxtla Gutiérrez

Querida Malena:

Me parece que puedes pagarle con la misma moneda: toma un cuaderno y ponte a escribir cuanta idiotez te salga de la cabeza y cuando la señora venga a recitarte sus poemas, le pides que escuche los tuyos. Estoy seguro de que la vieja jamás regresará. Los escritores frustrados por lo general son narcisistas y les gusta que los demás admiren sus obras pero son incapaces de apreciar lo que hacen los otros.

Santo Ton:

Tú te crees mucho porque dizque sabes mucho de arte y porque has leído y no sé qué tanto, pero la verdad yo no sé de qué te sirve ser tan culto.

Rossy

Chiapa de Corzo 

Querida Rossy:

Se nota que no tienes idea y que nunca la tendrás.

Duque de Santo Ton:

Cuando me hice novia del que ahora es mi esposo, él era casado con otra señora. Cuando todo se descubrió, la ex esposa le dijo que no tenía inconveniente en divorciarse de él para que se casara conmigo, ya que yo era una niña decente que quería salir de blanco de mi casa. La venganza de la fulana fue irse a vivir al D.F. y dejar a sus hijos adolescentes para que él y yo nos hiciéramos cargo de ellos. Yo tuve que ceder pero no soportaba a los chamacos, que eran unos malcriados y me odiaban como si yo fuera la madrastra de Blanca Nieves. Obviamente empecé a comportarme como ellos querían y hasta les pegaba para que hicieran la tarea. Cuando la niña tuvo su primera menstruación tuve que enseñarle a no ser tan puerca y terminó teniendo problemas emocionales lo mismo que yo. Cuando ya no soportaba y pensaba en volver con mis padres, quedé embarazada y al enterarse, la ex mujer de mi marido regresó por sus hijos y se los llevó con ella, no sin antes hacer que él se comprometiera a pagarles una pensión. Ahora soy feliz con mi bebé y parece que ya estoy esperando al segundo. Parece que mi historia tendrá un final feliz.

Thelma

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Thelma:

 

¿Final feliz? Decir que eres una esquizofrénica es lanzarte un piropo. Espero que tus hijos no paguen las consecuencias de tu forma de ser.