HOSPITAL DEL ALMA 03/08/2015

Por el Duque de Santo Ton

 

Querido Duque:

Cuando terminé la preparatoria, mis papás me mandaron al Distrito Federal para estudiar la carrera de derecho en la Universidad Panamericana. La mayoría de mis compañeras eran de buenas familias, la mayoría católicas, y yo me hice amiga de una niña llamada Inés, con la que me la pasaba soñando a que llegaríamos a ser importantes litigantes y catedráticas en la misma universidad, ya que las dos teníamos un promedio excelente. Sin embargo, cuando terminamos la carrera yo me regresé a Tuxtla, me casé con un muchacho rico, tuve a mis hijos y nunca volví a acordarme de que quería ser abogada. Inés terminó la maestría ye el doctorado, trabaja en una importante firma en la que ya casi es socia pero no se ha casado. Hace poco vino a pasar unos días a mi casa y el re encuentro fue muy brusco. Ella me dijo que estaba decepcionada de mí porque me había convertido en una fábrica de hijos, y yo me decepcioné de ella porque será muy brillante en su carrera, pero en el corto tiempo que fue mi huésped se acostó con los esposos de varias de mis amigas y hasta con mi cuñado que es soltero, Duque. Te juro que prefiero mil veces ser una mujer provinciana sin más ambiciones que encaminar bien a mis hijos y envejecer junto a mi marido y no ser una abogada muy exitosa pero al mismo tiempo una real suripanta. Nunca se lo dije pero ni ella me habla por teléfono ni yo a ella.

Cristina

Tuxtla Gutiérrez

 

 

Querida Cristina:

No me gusta ser insidioso, pero me parece que tienes que investigar a fondo para saber si tu marido no te fue infiel con esa amiga tuya. Imagínate si hizo lo que hizo con hombres que dormían en otras casas, lo que habrá  hecho con tu esposo que vive en la tuya.

Duque de Santo Ton:

¿Es cierto que el crimen organizado ya llegó a Tuxtla Gutiérrez?

Gerardo

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Gerardo:

Qué la boca se te haga chicharrón.

 

Duque de Santo Ton:

Uno de mis mejores amigos, un tipo que durante toda su vida fue un tipazo: galán, trabajador, responsable, buen padre y buen marido, ahora que cumplió los 40 años de edad, abandonó a su familia para irse a vivir con su secretaria que es de una de esas sectas protestantes, y que también ya le lavó el cerebro a él para que se convirtiera a su religión.  La otra noche traté de invitarlo a tomar unos coñacs conmigo para convencerlo que estaba haciendo mal, pero no aceptó, me dijo que ya no echa trago ¿lo puedes creer?

Mauricio

San Cristóbal

 

Querido Mauricio:

Claro que te puedo creer, conozco a mucha gente igual de imbécil.

 

Duque:

¿Por qué será que desde que me dio la chikungunya no me quiero bañar?

María de Lourdes

Chiapa de Corzo

 

Querida María de Lourdes:

Porque eres una cerda. 

 

Querido Duque de Santo Ton:

Voy a cumplir quince años y mi papá, que ya es un señor bastante viejo, me quiere hacer una fiesta con vestido de princesa, vals, brindis y 500 invitados. Dice que después de la fiesta piensa llevarme a Viena para que conozca castillos y paisajes románticos. Yo le respondí que no quería la fiesta ni viajar con él a Viena, que mejor me diera todo ese dinero para disfrutarlo con mis amigas en Nueva York. Entonces él, muy enojado me dijo que mejor me fuera a la chingada. Yo creo que no debió haber sido tan grosero.

Amanda

San Cristóbal

 

Querida Amanda:

Seguramente tu papá es un hombre mala maña, que hizo su dinero con negocios chuecos y ahora te quiere deslumbrar a ti y a la sociedad con su fortuna mal habida. Mándalo a volar con su fiesta y su viaje a Viena. Imagínate tener que cargar con un viejo en Europa a tus 15 años, ni lo permita Dios.

 

Querido Duque de Santo Ton:

¿Qué le puedo dar a mi hija para que no vomite cada vez que la subo al carro?

Sofía

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Sofía:

Un par de cachetadas.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Mi esposa es una dama, una mujer preciosa, pero muy cara. Sólo quiere usar las cosas más costosas y no se conforma con nada. Le compré una gran casa en una colonia elegante y además he invertido una fortuna en amueblarla. Mis hijos van a una pésima escuela pero carísima, porque a ella asisten solamente niños ricos. Obviamente mi querida cónyuge ya está escogiendo nuevo carro para el 2016 y la verdad es que ya estoy harto, no sé cómo decirle que Dios nos favorece perro que no somos ricos como ella cree.

René

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido René:

El día que le digas eso, estoy seguro de que te pide el divorcio y se consigue a un hombre que pueda mantenerla en serio y no se ande quejando como tú. Las mujeres caras no son para cualquier pelagatos.