Paso gigante hacia la reforma educativa

Por Juan Ignacio Rivero Valls

 

…Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.

Simón Bolívar

 

Anonadados dejó a los integrantes de la sección 22 de la CNTE de Oaxaca el anuncio del gobernador Gabino Cué, sobre la desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) que, desde su creación en 1992, se hallaba bajo el control absoluto de la sección sindical que comanda Rubén Núñez. Fue tan sorpresivo el anuncio, que el líder sindical no supo que responder en ese momento.

 

Es curioso que el anuncio hecho por Cué se diera un día antes de los festejos por el natalicio 216 de Manuel López Cotilla, uno de los próceres de la educación en México. Fue tan importante su contribución, que su cuerpo fue inhumado para trasladarlo a la Rotonda de las Personas Ilustres y una de las avenidas más importantes de su natal Guadalajara, lleva su nombre.

Antes de la promulgación de la Constitución; durante los primeros años del México independiente, López Cotilla, precursor de la educación básica y rural, planteaba la necesidad de otorgar educación igualitaria a niños y niñas, que esa educación fuera laica y gratuita y, especialmente, bajo la rectoría del Estado.

Durante la administración priísta de Diódoro Carrasco (renunció al PRI en el 2005 para afiliarse al partido de Dante Delgado, Convergencia), prácticamente le cedió a la Sección 22 de la CNTE el control de la educación en el estado, desentendiéndose por completo de ella a través de la creación del IEEPO. Casualmente, en ese entonces, el hoy gobernador Gabino Cué fungía como su secretario técnico y después, cuando Diódoro Carrasco ocupó durante el gobierno de Zedillo, la Secretaría de Gobernación, Gabino Cué fue su secretario particular.

En el 2002, cuando gobernaba José Murat, quiso ser presidente municipal de Oaxaca pero el PRI no lo postuló, por lo que se afilió a Convergencia ganando la elección; administración sumamente tensa con el folclórico gobernador. Antes de concluir su periodo, se postuló como candidato a gobernador por una coalición que incluía a todos los partidos de oposición registrados en ese momento, encabezados por el PRD, pero perdió ante Ulises Ruiz. En el 2006 se creó una alianza electoral llamada “Por el bien de todos”, con los mismos partidos, ganando la elección al senado para que, finalmente, en el 2010, nuevamente en esta coalición de partidos, lograra ganar la elección a gobernador.

Doy estos antecedentes porque Cué, obviamente, no solamente no era ignorante de la situación que guardaba la educación en su entidad; sino que, de hecho, fue partícipe de su implementación; la CNTE fue uno de los grupos que apoyó su campaña política al gobierno estatal, pero su control se le salió de las manos, especialmente porque la reforma educativa planteada por el gobierno federal terminaba con las canonjías y privilegios que desde hace 23 años les obsequió Carrasco.

Los gobernadores estatales posteriores, incluido Cué, se limitaban a nombrar a un titular del IEEPO amarrado de manos, pues los mandos medios y el control sobre los contenidos de la educación, escalafones, contratación y promociones los manejaba la organización sindical a su antojo, quitando por completo al estado la rectoría sobre la educación; aquello por lo que Manuel López Cotilla luchó en su época y que ha quedado plasmado en la Constitución que nos rige.

El decreto publicado este lunes por el gobernador oaxaqueño, avalado por el federal (aunque yo creo que fue al revés), a través del cual desaparece el IEEPO como lo conocemos, es un auténtico golpe de timón, aunque el cambio, por supuesto, no será terso, debemos esperar una reacción rabiosa de quien sabe que ese cambio no trae cosas buenas para él.

Oaxaca, en materia educativa, es uno de los estados que ha caminado hacia atrás. Un día sí y otro también, los maestros afiliados a la organización sindical suspenden clases para ir a protestar en contra de una reforma que los obligará a ser evaluados, que tendrá como fundamento para ingresar al sector la presentación de oposiciones y que ya no podrán heredar o vender sus plazas en el momento de su retiro y que, por supuesto, eliminan el escalafón y las comisiones sindicales.

En principio, pudiera parecer un golpe mortal para la sección 22 que, evidentemente, no se quedará cruzada de brazos, pero como hemos visto recular tantas veces al gobierno en sus “radicales” decisiones, no sería extraño que este decreto se convierta en letra muerta, sobretodo porque la CNTE, si bien tiene su fuerza principal en Oaxaca, en entidades como Chiapas, Guerrero y Michoacán también responderán con cierta virulencia al anuncio hecho por Cué; pues, como dice el refrán, “cuando veas las barbas de tu vecino…”

 

Las organizaciones sindicales en nuestro país, tradicionalmente, más que cuidar los intereses de los trabajadores, han sido utilizadas por los gobiernos priistas para organizar a los sectores en los procesos electorales a cambio de algunos privilegios para los líderes que las usan como trampolines políticos para acceder a puestos de elección, pero la CNTE se salió del redil; comenzó a coquetear con el PRD y el PT cayendo de la gracia gubernamental y convirtiéndose en un verdadero dolor de cabeza, incluso para el gobierno estatal surgido de la coalición “por el bien de todos”. Nos esperan, creo días aciagos.