EN LA MIRA 24/05/18

Que no se olvide el atropello en la UNICH

El legado omiso de Carlos Morales

Por Héctor Estrada

Han pasado cuatro meses desde el estallamiento a huelga, seguida de una serie de actos de represión al interior de la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH) y el gobierno de Manuel Velasco mantiene aún las puertas cerradas para el grupo de docentes, investigadores y administrativos que fueron despedidos injustificadamente ante la embestida del actual rector y los poderosos intereses que han respaldado sus arbitrarios procedimientos.

 

Para recordar un poco, el golpe al contrato colectivo de trabajo se concretó el pasado 16 de enero cuando de manera arbitraria y sin advertencia alguna la rectoría, a cargo de Bayardo Eduardo Molina Hernández, en complicidad con la delegada de gobierno Karen Ballinas, dieron de alta a una nueva plantilla académica plagada de nombres vinculados a favores políticos. De la noche a la mañana se desplazó a miembros del cuerpo docente; muchos integrantes del Sistema Nacional de Investigadores, que llevaban años laborando ahí.

Los señalamientos hechos por el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Intercultural de Chiapas apuntan de manera directa a Karen Anahí Ballinas Hernández, enlace asignado por el gobierno de Manuel Velasco a esa institución, como responsable de la destitución arbitraria de la plantilla laboral para dar paso a la contratación de nuevo personal vinculado y recomendado por el gobierno estatal y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Chiapas.

Karen Ballinas no es un personaje nuevo en eso de los escándalos de la política local. Apenas en mayo de 2017 fue denunciada ante la entonces Procuraduría General del Justicia del Estado de Chiapas por encabezar un presunto proceso de desalojo ilegal y violento contra la familia Ruiz Hernández del municipio de San Juan Chamula; así como el Procedimiento Administrativo Número 0045/DRP/2015 por incurrir en responsabilidad administrativa al haber omitido presentar su Declaración de Situación Patrimonial por Conclusión de Encargo.

¿Pero qué le brinda tanta impunidad y poder? La respuesta podría esta muy cerca del gobernador chiapaneco. A Ballinas Hernández se le ha ligado sentimentalmente con el secretario particular y uno de los hombres de mayor confianza de Manuel Velasco: Ramón Guzmán Leyva. Los afectados por los abusos de Karen Ballinas han apuntado reiteradamente ese nexo como su principal línea de acción y garantía de impunidad. Por eso la desesperación y la furia que hoy invade el recinto universitario que ya ha cobrado victimas circunstanciales.

Al cuerpo docente no sólo se le ha relevado, sino también amenazado con procedimientos legales y el uso desmedido de la fuerza pública para disipar sus actos de resistencia. No se trata de un conflicto sencillo. Es a todas luces uno de los mayores ejemplos de represión y abuso gubernamental contra una universidad pública en Chiapas. No se debe olvidar por ningún motivo lo que sucede ahí, ni dejar solos a un cuerpo académico, investigadores y trabajadores administrativos que hoy pide a gritos la atención social para revertir semejante arbitrariedad.

El legado omiso de Carlos Morales

Los pendientes de Carlos Morales Vázquez con el medio ambiente y Tuxtla Gutiérrez podrían convertirse en uno de sus mayores lastres a la hora de pedir nuevamente el voto a los habitantes de la capital chiapaneca. Su paso por la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (SEMANH) no sólo fue intrascendente, también estuvo plagado de graves omisiones y complicidades que hoy mantienen a miles de habitantes en elevadas condiciones de riesgo.

Además de los señalamientos que se ciernen sobre Morales Vázquez acerca de la serie de atropellos perpetrados al interior del Zoológico Miguel Álvarez del Toro, relacionados con despidos injustificados, abuso de autoridad y nepotismo (de los que se hablará en otras entregas), son dos temas los que se colocan como los mayores pendientes para el municipio que por tercera vez intentará gobernar.

El caso Proactiva se convirtió durante su gestión dentro de al SEMANH en uno de los mayores reclamos. La exigencia de personajes como Héctor Montesinos y demás defensores ambientales para fijar postura y sumarse a la defensa jurídica nunca se hicieron efectivos en Morales. Durante la estancia del ex perredista la dependencia se dedicó a “darle vueltas” al asunto, con reuniones sin efecto y promesas que terminaron cansando a los defensores del tema.

En palabras del propio Héctor Montesinos, quién desde hace varios años lleva la defensa jurídica del caso, Carlos Morales terminó convirtiéndose en el obstáculo cómplice de la empresa que actualmente enfrenta serios procedimientos judiciales por contaminación ambiental. Morales Vázquez se negó flagrantemente a proceder legalmente contra Proactiva. Pese a la solicitud desesperada para que interviniera, finalmente nunca presentó la denuncia correspondiente ante La Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Ambientales (FEPADA).

Se limitó a promover, mediante la procuraduría ambiental estatal, tres multas de apenas 20 mil pesos (cada una) durante los más de cinco años de su gestión. Únicamente tres multas con las que intentó lavarse las manos respecto al gravoso caso. Decidió ignorar y minimizar por completo las pruebas de contaminación tóxica en el Río Suchiapa y demás afluentes que se comunican con la zona contaminada por el relleno sanitario de Proactiva.

Caso similar es lo sucedido con Cales y Morteros del Grijalva. Pese a las promesas y las constantes reuniones con la organización defensora de la Rivera de Cahuaré, la empresa continúa realizando la extracción de materiales pétreos en las laderas del emblemático Cañón del Sumidero. No hubo defensa legal efectiva, y al igual que lo sucedido con Proctiva, la dependencia se dedicó a negociar acuerdos con las empresas involucradas, sin resolver las problemáticas de fondo.

Hay organizaciones defensoras defraudadas por la actuación de Morales Vázquez que incluso aseguran que la simulación y omisión de Carlos Morales responde acuerdos ocultos con Proactiva y Cales y Morteros del Grijalva a fin de brindarles impunidad a cambio de financiamiento para su campaña a la presidencia municipal de Tuxtla. Sin duda, señalamientos fuertes que Morales sólo podrá sacudirse con acciones o compromisos contundentes en contra de los abusos y arbitrariedades protagonizadas por ambas empresas.

Carlos Morales decidió no hacer nada para resolver problemas tan importantes que tienen que ver con Tuxtla Gutiérrez y su zona metropolitana. Su omisión y complicidad (voluntaria o no) también lo hace responsable directo de la grave contaminación ambiental provocada por Proactiva y los cientos de casos de enfermedades respiratorias generadas por el Cales y morteros del Grijalva que poco a poco a envenenan al centro de Chiapas… así las cosas.