HOSPITAL DEL ALMA

Por El Duque de Santo Ton

(Consultas gratis: [email protected])

 

 

Querido Duque de Santo Ton:

No me lo vas a creer pero mi prima hermana, una mujer exitosa, fina y distinguida, abandonó a su marido y a sus hijos, para ir a vivir con una lesbiana horrorosa y hedionda. La verdad no entiendo qué le pasa. Teniendo todo lo que cualquier mujer normal pudiese desear, ella talla pelucas con una machorra.

Candy

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Candy:

Aunque tu prima sea exitosa y bella, está claro que a ella lo que le gusta es “tallar pelucas”, como graciosamente describes su actividad sexual. Te sugiero que te preocupes más de ti misma y te olvides de la intimidad de los demás aunque sean de tu parentela. Lo que las personas hacen en la cama con sus parejas es solamente asunto de ellas y es una ordinariez andar preguntando.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo 25 años de edad y dos de casada, pero desde la primera semana de mi matrimonio empezó mi infierno. La primera semana de casados, un día mi marido tuvo una actitud de prepotencia conmigo porque lo regañó su jefe del trabajo y vino a desquitarse conmigo, tanto así que me dijo que le cagaba ver mi jeta de chango y mis tetas aguadas, que agarrara mi cosas y me fuera de la casa. Obediente, yo agarré mis cosas muy desilusionada y con toda la pena de llegar a mi casa con apenas una semana de casada. Pero cuando ya iba a bajar las escaleras con mis cosas en bolsas negras de la basura, me detuvo, me podió perdón y me hizo el amor como un gorila. En cierta ocasión, me hablaron para una entrevista laboral, fui y me dieron el trabajo, lo cual no le pareció al señor, que siempre me humillaba por mi sueldo porque se le hacía muy poca cosa. Hoy, después de dos años, todos los días me recuerda que gano muy poco, que no estoy a la altura de él, eso es muy doloroso para mí, aunque todo se me olvida cuando tenemos sexo como gorila macho y gorila hembra.

Andrea

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Andrea:

Sos chucha ¿no?

 

Querido Duque de Santo Ton:

Me casé por segunda vez hace 10 años y hoy, a los 49 años de edad, me avergüenza darme cuenta de que no supe ver bien. Mi esposo cree que me hizo un favor al casarse conmigo. El día de ayer, cuando en una reunión familiar, después de unos brindis, terminó restregándome en la cara las cosas que me da y el colmo fue cuando sirvió unos vasos de licor a mi hermana y cuñado, pero a mí me dijo que no tomara más porque ya estaba muy borracha. Eso fue horrible, jamás me nadie me había tratado así. Justamente estamos a cinco días de viajar los dos solos, pero no deseo ir con él; es cólera, tristeza, humillación, decepción, no sé.

Amaranta

Tapachula

 

Querida Amaranta:

Estás a punto de convertirte en cincuentona, trata de hacerte la vida más agradable, y si eso equivale a romper con tu marido, hazlo, no te arrepentirás.

 

Duque de Santo Ton:

Mi cuñada y mi suegra son de esas que humillan a sus esposos en público. Parece que si el mismo virus les hubiese atacado a mi mujer. Es una auténtica enfermedad. Hace algún tiempo, mi esposa me humilló  públicamente ante su familia en mi propia casa. Yo mantuve la calma y cuando se fueron las pesadas de mi suegra y cuñada, con absoluta tranquilidad le pregunté a mi esposa qué por qué había hecho eso. La respuesta me encabronó aún más pues me argumentó que era para que vieran que no éramos perfectos y que ellas no eran las únicas. Le dije que esperaba que fuese la última vez y que si hago algo mal que me lo diga pero no con escarnio público. Ha pasado tiempo de ello, pero esto se vuelve a repetir. Soy un esposo que colabora en todas las tareas del hogar, con un buen puesto laboral y muy atento a la educación académica y deportiva de mis hijos. Creo que no puede tener queja de mí ¿Cómo arreglar mi situación?

Ernesto

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Ernesto:

Me parece que tu esposa está insatisfecha sexualmente pero se reprime para decírtelo. Hazle sentir quien es el macho de la casa y verás que la tendrás blandita, blandita, además de que no volverá a faltarte al respeto.

 

Hola Duque:

Desde que entré en la etapa de la pubertad, me encantan las vaginas, pero más que tener sexo con mis novias o alguna otra chica fácil, lo que más me gusta es oler su entrepierna por sobre la ropa, me encanta ese olor, estoy consciente de que las enfermedades de transmisión sexual están a la orden del día y por eso no me importa si no hay penetración, con solo poder acariciar a la mujer y sentir su humedad entre mis dedos y su exquisito aroma es para mí un placer, me encanta tanto que he coleccionado prendas íntimas de la mayoría de las chicas con quien he estado. Ahora me pregunto si habrá alguna chica que coincida conmigo que pueda contactarme, no importa su edad ni físico o si es ya mujer madura. Yo tengo 29 delgado de 1.70 de estatura ¿Puedes publicar mi correo si no te causa molestia? [email protected]

Alan

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Alan:

El miedo al contagio te ha privado de tener experiencias sexuales en el estricto sentido del término. Es un caso muy recurrente pero que te va incapacitando poco a poco para tener un coito como Dios manda. Publico tu dirección de correo con la esperanza de que otra puerca como tú se ponga en contacto contigo.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Acabo de cumplir dieciocho años, soy virgen y me gustaría que me “estrenara” un caballero mayor de cuarenta años, de preferencia casado y con solvencia económica, que pueda pagarme una cena, unos tragos y una noche de motel. Desde niña me sentías excitada cuando veía a mi papá desnudo y desde entonces me atraen mucho los hombres viejos. Espero que me escriban caballeros de 35 años en adelante. [email protected]

Betty

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Betty:

Yo también lo espero.