HOSPITAL DEL ALMA

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Por El Duque de Santa Ton

(Consultas gratis: [email protected])

 

 

Querido Duque:

Me gusta tener relaciones tanto con mujeres como con hombres. Tengo novia formal desde hace dos años, pero tengo un novio informal desde hace más tiempo. No sé si lo que siento es falta de afecto, porque sé que amor no es. Lo cierto es que tanto ella como él me prenden en el sexo y yo no digo que no a nada. Me excito muy fácilmente, tanto con hombres como con mujeres, y no me siento mal después de tener relaciones sexuales con ninguno de los dos géneros ¿soy normal?

Alan

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Alan:

¿Cómo vas a ser normal? Eres un pervertido que no controla su sexualidad.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo 19 años y estudio en la Universidad del Valle de México.  Se podría decir que todo es de lo más normal conmigo; excepto que hay una cosa que nadie más sabe sobre mí, y es que me encanta el sabor de la sangre. No soy ninguno de esos góticos o de los que tienen un complejo con sentirse vampiros ni nada, pero desde pequeño me encanta probar la mía cada vez que me corto o pincho un dedo o alguna otra parte de mi cuerpo; no me confundan, no me auto lastimo para poder probar mi sangre, no me produce ninguna excitación, y tampoco me gusta chupar las heridas de otros; tal vez solo a mi novia, pero es cuando se corta un dedo o algo así, sencillo. Obviamente, por temas de higiene, después de succionarla la desinfecto.

René

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido René:

Aunque trates de ignorar la excitación sexual que te produce la sangre, lo que tú tienes es una perversión que consiste en eso precisamente, en despertar tus instintos sexuales con el olor o el sabor de la sangre. Aunque existan ciertas semejanzas con el vampirismo, lo tuyo más bien es putería.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Desde hace unos meses mi esposo ya no quiere tener sexo conmigo. Yo he hecho de todo y él ni me mira. He notado que le gusta ver pornografía, y a mí no me molestaría si lo hiciéramos juntos, pero él aprovecha cuando va al baño para mirar porno y se masturba. He notado que cuando salimos a la calle y mira una mujer bonita la sigue con la mirada hasta que se pierde y siempre anda volteando a todos lados como si estuviera buscando alguna mujer. Al principio no me molestaba ya que yo soy una mujer bonita y atractiva, pero con el tiempo me ha llegado a molestar tanto que ya no quiero salir con él a la calle. Pienso que no me quiere, ya le hablé porque otro aspecto doloroso en mi vida es la sensación más vacía cuando por las noches se masturba dos o tres veces luego de esperar a que me duerma. Él dice que no se acuerda de lo que hace.  Él dice que busquemos ayuda, quiere seguir conmigo y yo lo amo, pero no me satisface porque siempre ha buscado su propio placer. No he pensado en engañarlo porque lo amo y lo respeto, no sé qué hacer, estoy deprimida.

Dolores

San Cristóbal

 

Querida Dolores:

Si a pesar de ser guapa y atractiva, tu marido se está matando a pajas, lo que sucede es que no le satisfaces en lo más mínimo. Creo que estás perdiendo el tiempo al andar de rogona, mejor búscate a otro que te haga bien la faena y para de sufrir, como dicen los brujos de Brasil.

 

Querido Duque:

Sé que es muy difícil tratar estos temas, pero tengo que decirte que yo tuve mi primer encuentro homosexual a los 48 años, hoy tengo 53. Descubrí el paroxismo del placer desde la segunda vez que fui penetrado y me sentí en la gloria. En la actualidad soy bisexual, no mezclo ni prácticas, personas o desempeño. Cuando se trata de damas, soy el mismo, pero más consciente y enfocado al placer de ella, eso lo digerí después de ser penetrado de una manera en la que no me sentí como solo un objeto para venirse, sino en alguien que requiere placer.

Mauricio

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Mauricio:

Me da gusto que hayas encontrado tu verdadera fuente de placer casi a los 50 años, y que ello te haya servido para comprender a las mujeres y tratar de satisfacerlas, aunque me parece que no eres bisexual sino un gay que en los últimos momentos de su vida se encontró a sí mismo.

 

Querido Duque:

Estudio agronomía, y hay un profesor en mi universidad que es muy machista. Yo soy la única mujer de mi salón, entonces cuando yo falto les cuenta sus anécdotas sexuales a mis compañeros.

Me contaron que una vez hizo comentarios sobre las nalgas de una de las muchachas de la escuela, y la verdad yo también me he dado cuenta de que su mirada se dirige a las nalgas de las mujeres menores de 40 años. A veces hace chistes sexuales que cree que no entiendo, pero son sumamente procaces. Y para colmo, mis amigos lo aman y me parece que si denuncio la conducta de mi profesor todos me van a odiar. Dime qué hacer.

Alicia

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Alicia:

Mientras el viejo no se meta contigo, más te vale cerrar el pico.

 

Duque:

Tuve relaciones con mi pareja por primera vez, pero antes de eso tuvimos momentos un poco incómodos ya que ella parecía que no se sentía bien con tener sexo ya que a mi parecer estaba asustada o algo así, entonces le propuse tocarnos un momento y ver qué pasaba. Entonces noté que ella entro más en confianza y me hizo el sexo oral, primera vez para ella y para mí, fue espectacular, pero creo que fue algo inesperado ya que eyaculé, aunque todavía no habíamos llegado al clímax. Después de eso yo le hice el sexo oral a ella. Obviamente después de hablar con ella, porque se sentía muy avergonzada, al rato me di cuenta de que tenía la oportunidad de dar el siguiente paso y sin dar tregua me le fui encima e intenté penetrarla, pero no fue muy exitoso porque aunque estaba lubricada yo no tenía la erección completa. Estuvimos como tres horas acariciándonos y estaba cansado así que la erección fue algo a medias y ahora me saber si ella lo disfrutó o no ¿Me puedes ayudar en el caso? Es que yo quiero hacerlo por segunda vez, pero no sé como decírselo.

Clever

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Clever:

Independientemente de todo lo que me cuentas, en la intimidad con una mujer no hay mejor aliada que la sinceridad. Dile a tu novia lo que piensas respecto a su primera experiencia, ella te responderá con su sentir y entre los dos llegarán a un acuerdo para limar asperezas, desaparecer temores, vencer inhibiciones y darle gusto al amor.