EN LA MIRA 06/06/17

El presagio de la derrota priista en 2018

Por Héctor Estrada

Más allá de quien finalmente resulte el ganador o ganadora de la jornada electoral acontecida este domingo 4 de junio en el Estado de México, los datos preliminares ofrecidos por las distintas encuestadoras nacionales y el propio Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) dejan de manifiesto el fuerte descalabro priista dentro de la entidad con mayor número de votantes en el país, anticipando así lo que ya se advierte como una muy posible derrota de la colación oficialista en las elecciones presidenciales de 2018.

 

Pese a los fallidos intentos para fingir una tranquilidad triunfalista dentro del “bunker” priista, los primeros resultados generados durante la tarde-noche de este domingo cayeron como verdadero “balde de agua fría” a la dirigencia nacional de Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al equipo operador de Enrique Peña Nieto. Las advertencias fatídicas sobre el Estado de México, como antesala a la contienda presidencial, finalmente terminaron por materializarse en las urnas.

Y es que, aún sin conocer al ganador o ganadora definitiva, el desplome del régimen priista que ha gobernado dicha entidad desde 1925 resulta indiscutible. La “joya de la corona” como ellos mismos le llamaron durante décadas, en referencia a su mayor bastión de votantes, parece habérseles diluido entre los dedos de las manos. Tomando en cuenta que se trató prácticamente de una elección de Estado, donde todos los gobiernos del PRI y sus aliados tuvieron participación, los resultados son catastróficos.

Para promover el voto a favor del primo del presidente de México, el Gobierno de la República dispuso recursos adicionales, mediante la Secretaría de Desarrollo Social y demás dependencias asistencialistas. Los gobiernos estatales del PRI y el Partido Verde Ecologista movilizaron a sus estructuras operativas hasta el Estado de México hacía donde fueron desviados miles de recursos para garantizar una amplia ventaja a Alfredo del Mazo. Y las pruebas de dichas acusaciones desfilaron en las redes sociales, mostrado a funcionarios foráneos en plena campaña mexiquense.

Pero ni toda la cargada de la estructura nacional en una sola entidad fue suficiente. Las cosas no salieron como se planearon. El propio Alfredo del Mazo terminó borrando el tuit donde se declaraba ganador de la contienda sólo unos minutos después del cierre de las casillas. El peor escenario vaticinado desde hace varios meses estaba configurándose en las gráficas expuestas por el propio PREP. Se trataba, desde ese momento, de la peor derrota no sólo para Del Mazo, sino para Eruviel Ávila y Enrique Peña, que con su pésimo gobierno ha arrastrado al abismo a su partido entero.

Para entender la gravedad que los resultados tienen sobre el partido que hoy gobierna México basta señalar que todo apunta a un desplome del 50 por ciento en el porcentaje total de votos obtenidos con respecto a la pasada contienda sexenal. Esta vez, según la gran mayoría de las encuestas de salida y el PREP, Alfredo del Mazo no obtendría más del 32 por ciento de los sufragios, a diferencia de 62 por ciento obtenido por Eruviel Ávila en 2011.

Para que se entienda mejor, desde 1993 las coaliciones encabezadas por el PRI en el Estado de México nunca habían obtenido menos del 53 por ciento de las votaciones para gobernador. Actualmente el PRI gobierna el 71 por ciento de la población en el ámbito municipal, teniendo bajo su “dominio” a 7 de los 10 municipios más poblados de la entidad, y dos de los más poblados en el país. En números redondos se trata de un padrón electoral de más de 11 millones de votantes. Una situación que evidentemente podría cambiar por completo.

Por eso lo sucedido este domingo se convierte en una dura derrota, más allá del resultado final. Perder la hegemonía sobre el Estado de México representa para el priismo nacional una advertencia seria sobre las amplias posibilidades de perder la presidencia de la república el próximo año. El PAN y el PRD quedaron prácticamente desdibujados ante un Morena que se fortalece con el paso del tiempo, abriendo aún más las posibilidades a Andrés Manuel López Obrador para ganar las elecciones presidenciales que tanto se le han negado… así las cosas.