HOSPITAL DEL ALMA 18/04/17

Por El Duque de Santo Ton

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Duque: 

Llevo seis meses de casada pero hay ciertas cosas de mi marido que me están orillando a pedirle el divorcio. Cuando nos cambiamos a vivir juntos, descubrí que jamás levanta la tapa del escusado para orinar, sin considerar que yo me voy a sentar ahí.

También le gusta mear en el lavamanos no sé porque y a veces sale del baño sacudiéndose el miembro antes de guardarlo y subirse la bragueta. También le gusta tirarse pedos cuando ambos estamos acostados en la cama y tapados con la misma sábana. Yo crecí en otro ambiente y cada día estoy más decidida a pedirle que nos separemos.

Regina

Tuxtla Gutiérrez

Querida Regina:

Te felicito por tu decisión, a veces tratamos de pensar que esos detalles no tienen importancia y que pronto nos acostumbraremos a ellos, pero jamás sucede. Por lo general los vamos odiando más y más hasta que se nos hace intolerable convivir con nuestra pareja. El dormir en habitaciones separadas tampoco es la solución. Ahora que estás recién casada, es el momento de rectificar.

Querido Duque:

El director de la oficina en la que trabajo me ofreció el puesto de mi jefe directo, quien además de haberme recomendado, confía plenamente en mí. El director dice que si acepto el cargo, para la próxima quincena va a cesar a mi jefe y me dará el nombramiento a mí. El sueldo es casi el doble y me siento halagado, porque el ofrecimiento significa que el director considera que yo soy mejor que mi jefe, quien fue mi maestro en la universidad pero no me atrevo a aceptar porque siento que sería como traicionar a quien me tendió la mano cuando más lo necesitaba.

Armando

Tuxtla Gutiérrez

Querido Armando:

En la burocracia no existen ni la amistad ni la lealtad ni el agradecimiento. Tienes que aprender a ser rastrero y traidor si quieres arribar a alguna parte, pues de lo contrario terminarás siendo un pelagatos igual a la mayoría de tus compañeros. Debes aceptar ese puesto de inmediato y fingir que a partir de ahora serás incondicional de tu nuevo jefe, salvo mejor oportunidad. De tu ex profesor universitario mejor olvida que alguna vez lo conociste, ya que sólo fue un escalón en tu carrera profesional.

Gola Duque:

Tengo una duda. Soy soltero y a veces tengo relaciones con secretarias, meseras, recepcionistas u otras empleadas subalternas. El problema es que me gusta que esas mujeres, siempre de rango inferior y de clases sociales humildes,  me humillen y sobajen en el sexo. A veces les pido que tomen mi cinturón y me peguen en las nalgas o que me hagan lamer sus zapatos para limpiarlos, Duque: ¿es algo normal o estoy enfermo? 

Rodrigo

San Cristóbal

Querido Rodrigo:

¿Cómo va a ser algo normal esa aberración? Estás súper loco y te urge que un psiquiatra te aplique unos electroshocks, además de administrarte los medicamentos necesarios para poder comportarte como una persona decente, aunque se nota que esa palabra tú ni la conoces, hijo mío. 

Querido Duque:

He notado que por más que disfruto el sexo con mi esposa, a ella no logro motivarla, pues ni siquiera se mueve, simplemente abre las piernas y espera a que yo termine mi labor, pero no demuestra ningún interés erótico en mí. Yo nunca le he sido infiel y espero que ella tampoco me pinte los cuernos, creo que me volvería loco si algo así sucediera.

Mario 

Tuxtla Gutiérrez

Querido Mario:

No me gusta ser pesimista, pero yo creo que tus deseos de fidelidad tan sólo son delirios. Esa mujer debe estar acostándose con otro o con otros desde hace tiempo, lo cual se pone de evidencia ante su falta de interés en tu persona. En pocas palabras, ya le aburriste. Te sugiero que no vuelvas a hacerle el amor sin condón, para que no te enjareten hijos ajenos o alguna penosa enfermedad.

Querido Duque:

Mi novio acaba de proponerme matrimonio, pero yo, la verdad, apenas tengo veintiséis años y no quiero tener hijos todavía ni atarme a una casa ni a una familia. Mi novio dice que si no acepto, mejor vamos a terminar nuestra relación porque él ya necesita establecerse y sentar cabeza, pero yo todavía quiero divertirme un poco más. Los tiempos ya no son los de antes.

Violeta

Tuxtla Gutiérrez

Querida Violeta:

A los veintiséis años ya no eres una niña mi amor. Estás a punto de que se te vaya el último tren y si no aprovechas este barco, lo más posible es que te pases el resto de tu vida “divirtiéndote”, pues los hombres solamente te buscarán para eso, para divertirse. Serás la soltera incómoda de todas partes y hasta tus primas y tus hermanas te mantendrán a una prudente distancia. Por si fuera poco, nadie pagará tus gastos, al contrario, tú vas a terminar manteniendo al hombre con el que compartas la cama. Por si no lo sabes, las mujeres que se embarazan a una edad tardía corren el riesgo de dar a luz hijos con problemas morfológicos y conductuales.

Duque de Santo Ton:

Me muero de ganas de hacer el amor con mi secretaria, pero ella se hace la que no rompe un plato. Me han dicho que a ella le encantan los hombres y la he sorprendido mirándome de una forma, cómo decirte, como con deseo, con ganas de todo. Sin embargo, cuando trató de romper el hielo, ella se pone muy seria y finge que entre nosotros debe existir una relación estrictamente laboral ¿cómo saber si realmente quiere algo conmigo?

Carlos

Tuxtla Gutiérrez

Querido Carlos:

La cosa es fácil: invítala a cenar a algún lugar privado y si acepta, ya ni preguntes nada, después de una o dos botellas de vino, empieza por acariciarle las piernas y terminarás ensartado en ella. Si no acepta, despídela, y ruégale a Dios que te ayude a encontrar otra asistente más dispuesta a colaborar.

Duque:

El otro día uno de los amigos de mi papá me fue a buscar a la universidad. Cuando lo vi me asusté mucho porque creía que algo le había pasado a mi papacito, pero no, el muy cínico del amigo de mi papá me dijo que había ido a buscarme porque le gusto mucho y porque quería invitarme a comer unos camarones gigantes al Asador Castellano. Yo le dije que no acostumbraba a salir con señores mayores y que se lo iba a contar a su esposa. Él se fue sin decir palabra,  y yo no sé qué hacer porque mi papá es muy violento y sé que se va a enojar.

Lilia

Tuxtla Gutiérrez

Querida Lilia:

Cuéntales todo a la esposa del viejo y a tu padre. Ellos sabrán qué hacer y hasta dónde llegar.

Estimado Duque de Santo Ton:

Ésta es la segunda ocasión que te escribo para ver si hay alguna damita soltera, divorciada o madre soltera, que desee tener una relación seria y formal conmigo, ya que la primera vez que te escribí, nadie me correspondió. A ver si en esta ocasión tengo más suerte. Yo soy alto, pelo negro, ojos negros,  piel morena clara; soy muy romántico, cariñoso, detallista y profesionista. A ver si en esta ocasión tengo más suerte. Enhorabuena Duque y que sigan los éxitos.

Juan Carlos

Tuxtla Gutiérrez

Querido Juan Carlos:

Estoy seguro de que con tantas cualidades encontrarás a la damita de tus sueños, pero creo que todo funcionaría mejor si a las aspirantes que te escriban les envías una fotografía a cambio de la suya.