HOSPITAL DEL ALMA 31/03/17

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque:

Hoy en la mañana que pasé por el cuarto de mi tía me di cuenta que usa tangas, ya que estaba dormida semidesnuda sobre su cama y la puerta entre abierta,  la verdad me excitó mucho. Ahora no puedo borrar esa imagen de mi mente, me está dando curiosidad de entrar a su cuarto a escondidas para sentir el olor de sus prendas y robarle un par de tangas, no sé qué hacer ¿qué me recomiendas?

 

Grajales

Tuxtla Gutiérrez

Querido Grajales:

Te recomiendo que las huelas todo el tiempo que quiera y hasta que las lamas con la lengua, si quieres, pero ¿para qué te las robas? Si quieres usar algunas mejor cómpratelas de tu talla.

Querido Duque:

Estoy tan gorda que cuando camino mis piernas y mis ingles rozan una con otra y me irrito mucho. Mis hermanas me dicen que sólo me ponga pantalón, pero yo no quiero porque las gordas en pantalones nos vemos muy mal, bueno, todavía peor que con vestido. Dime qué puedo hacer.

Moravia

Tuxtla Gutiérrez

Querida Moravia:

Cómprate o mándate a hacer unos calzones de algodón de manga larga y no ajustados. Se llaman “bloomers” pero son  como los bóxers que usamos los hombres, confeccionados con tela de algodón cien por ciento. Así cuando tus piernitas se rocen al caminar no se irritarán porque estarán protegidas por el paño. Te recomiendo también un talco delicado, especial para la higiene femenina, de preferencia sin perfume. Si quieres esconder algún olor, mejor báñate.

Duque:

Con la confianza que me inspiras, he de confesarte que me gusta tener sexo con los hombres, hacerles sexo oral, acariciar su masculino cuerpo, que me penetren y todas esas cosas. Por otra parte, también me gustan las mujeres, besar sus lindas y tiernas boquitas, me gustan sus caderas, me gusta amarlas, cuidarlas, protegerlas y mantenerlas, tener noviazgo o una relación estable con ellas, quiero tener hijos y casarme, pero no me agrada la idea de tocarles sus partes ¿que soy? ¿gay o bisex? 

Toni

Tuxtla Gutiérrez

Querido Toni:

Dicen que en el sexo no son importantes las etiquetas y que debes darle a tu cuerpo lo que pida pero para mí que tú eres puto. 

Duque:

El fin de semana pasado fui a una fiesta en la que habían muchos invitados argentinos, y cuando dije que me gustaba mucho ser de raza blanca, todos se me vinieron encima y me dijeron que yo no era blanca, que seguramente alguno de mis antepasados fue europeo, pero que mi sangre ya está contaminada, que eso se me nota a leguas. Le pedí a mi esposo que nos fuéramos de ahí porque me sentí ofendida y él no quiso porque estaba muy a gusto con los argentinos. Me parece que utilizar el término “contaminación” tiene una fuerte dosis de racismo y que no puede permitirse en nuestro país que es mestizo y eso todo el mundo lo sabe.

Lorena

Tuxtla Gutiérrez

Querida Lorena:

No te quejes del racismo cuando tú eres la primera en ufanarse de ser de raza blanca, lo cual socialmente puede ser una ventaja, siempre y cuando no haya a tu alrededor personas que puedan y quieran ponerte en tu lugar.

Duque de Santo Ton:

¿Tú sabes lo que es el chilorio?

Higinio

Tuxtla Gutiérrez

Querido Higinio:

Sí, es un platillo típico de Sinaloa, hecho a base de carne de res adobada. A mí, en lo personal, no sólo no me gusta, sino que me parece indecente.

Duque:

Me casé hace apenas dos meses y ya estoy embarazada. Mi esposo y yo nos sentimos felices cuando nos dieron la  noticia, pero el ginecólogo que me atiende no me ha diseñado una dieta y yo te quería preguntar que si tiene algo de malo que las embarazadas comamos atún enlatado.

Lirio

Tuxtla Gutiérrez

Querida Lirio:

No hay problema en que consumas atún de lata, siempre y cuando no excedas una lata por semana debido al posible contenido de mercurio que pudiera llegar a tener, pues se trata de una de las especies más contaminadas. Además, hay otro inconveniente en la gran cantidad de sal que contiene, por tratarse de un producto en conserva. El exceso de sal (sodio) es perjudicial para la salud de toda la población, tanto niños como adultos porque puede condicionar o exacerbar la hipertensión arterial. 

Querido Duque de Santo Ton:

Detecté que mi primogénito, de 14 años es homosexual, y tuve que resignarme a ello. Puede parecer muy frío este mensaje, pero, la verdad, sé que no puedo hacer nada al respecto, y yo misma sufro al ver como mi hijo es segregado hasta por su propio padre, que lo maltrata y lo llena de inseguridades. Independientemente de que mi niño sea mariconcito o no, es un chico encantador, tiene muy buenos sentimientos es muy fino y educado, y entiendo su consternación ahora que despierta al sexo en un mundo tan hostil, al que yo misma me declaro incompetente para enfrentar. El motivo de que te escriba este mensaje es porque estoy conmovida con la acritud de mi hijo menor, de doce años, que en lugar de repudiar a su hermano por ser “del otro lado”, lo defiende hasta el grado de que me llega ensangrentado cada vez que le pegan por tratar de defender a su hermano cuando los demás niños de la escuela lo molestan y se meten con él. Estoy asombrada de que el padre rechaza al muchacho por su condición de gay, y el hermano lo defiende de todo y a pesar de todo.

María del Carmen

Tuxtla Gutiérrez

Querida María del Carmen:

Aunque es muy grotesca la situación que me planteas y lo haces, efectivamente, de manera gélida, en el fondo vislumbro un hecho muy bello y difícil de encontrar: el amor fraterno. A tu hijo menor no le importa que le rompan la cara con tal de proteger a tu hijo mayor, al que no discrimina y del que no se avergüenza por ser un muchacho homosexual. Si eso no es cariño, entonces no sé lo que es. María del Carmen la situación de tu familia es muy dura porque, en serio, tu primogénito jamás cambiará de orientación sexual. Creo que como mujer joven que eres, puedes empezar por hacer que tu marido comprenda que tu hijo nació así y así se va a quedar, por lo que necesitan ayudarlo en la medida de sus posibilidades. Lo ideal sería que hablaran con el joven y le manifestaran su solidaridad, tal y como lo hace tu otro hijo, el pequeño. Además pueden advertirle de la promiscuidad que existe en el ambiente homosexual, los peligros que conlleva y como protegerse de ellos, mediante la abstinencia, el uso del condón y otras medidas profilácticas. Consultar a un profesional de la conducta, especializado en terapias familiares, no estaría de más.

Duque:

Soy un tipo de cuarenta años, saludable y que se alimenta bien, pero por alguna razón ya no puedo darle faena en la cama a mi esposa. Llevamos 20 años de casados, tenemos 3 hijos y, la verdad, ella ya no se me antoja sexualmente. La amo porque es la madre de mis hijos y por todos los bellos momentos que hemos pasado juntos pero como mujer no me excita en lo más mínimo. De hecho me encanta el sexo, pero no con ella.

Joel

Tuxtla Gutiérrez

Querido Joel:

Te entiendo perfectamente. Los seres humanos no somos monógamos por naturaleza sino por cultura. Es decir, aprendemos a ser fieles pero no lo somos por instinto. En ese sentido, estoy seguro de que tú ya te aburriste de su vagina y ella de tu pene y quieren conocer otros ejemplares. Lo difícil es que tanto la moral como la religión prohíben el sexo extramatrimonial, por lo que deben resignarse o planear una estrategia para encontrar esa satisfacción que buscan, aunque en el caso de tu mujer no creo que sea posible, pues ella fue educada para dormir sólo en su propia cama, así que aunque tú encuentres diversión con la leña de otro hogar, también tendrás que cumplir en el tuyo.