HOSPITAL DEL ALMA 14/03/17

Por El Duque de Santo Ton

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Duque de Santo Ton:

Llevo  siete años de casado con mi esposa y el mes pasado descubrí, en el Whatsapp de su teléfono celular, un mensaje de texto en el que le platicaba a su mejor amiga sobre lo enamorada que sigue de su ex novio; le dice que él es su verdadero amor y que quiere dejarme pero que no se atreve. Me sentí muy humillado, ofendido, engañado y en cuanto mi mujer regresó de la calle le puse tremenda golpiza y la corrí de la casa. No la dejé que se llevara nada, ni siquiera su ropa ni, mucho menos, a mis hijos. Sé que está en casa de sus papás y que quiere pedirme perdón para que la deje volver a la casa pero yo no quiero.

 

Ernesto

Tuxtla Gutiérrez

Querido Ernesto:

Tomar un mensaje de Whatsapp como elemento de prueba es una estupidez. Mucha gente desahoga sus frustraciones y sus fantasías en las redes sociales de la Internet, pero no necesariamente esos mensajes reflejan la realidad. Tu manera de reaccionar fue la de una bestia, no entiendo cómo esa mujer quiere regresar al infierno que debe ser tu casa, con razón fantasea con dejarte y volver con su ex novio. Ten mucho cuidado con tu proceder respecto de los niños pues puedes incurrir en conductas delictivas.

Duque:

Últimamente he tenido muchos miedos, sobre todo por mí, mi familia, por el maldito dinero. Y es que todo se basa a esa estúpida cosa: el dinero. Empiezo mi carrera pero mi madre tiene cáncer, le empezó en un seno pero aún no sabemos si se le pasó a otra parte de su cuerpo; pienso que si le pasa algo a mí también que pasará con mis estudios, mis hermanos. Ella nunca me dejó trabajar y eso me llena de impotencia.

Rocío

Tuxtla Gutiérrez

Querida Rocío:

Ten calma, todas las cosas siempre toman su rumbo. Trata de enfrentar las cosas con optimismo y acepta aquello que es inevitable. No trates de luchar contra aquello que te domina, simplemente déjate llevar.

Querido Duque:

Soy un guarda de seguridad residencial y siempre he hecho mucho ejercicio, por lo que estoy en plena forma. Soy moreno, tengo el cabello crespo y dicen que soy muy atractivo. Mi problema es que una mujer me lastimó tanto, que desde entonces no puedo relacionarme con ninguna otra. Yo me muero por desahogarme sexualmente pero me encuentro paralizado, ojalá tú pudieras ayudarme a conseguir a alguna mujer que esté dispuesta a tener sexo conmigo, no me importa que tenga 18 años o 65, lo que me interesa es que apague mi fuego.  El número de mi celular es 9613016719, pueden contactarme por Whatsapp.

Octavio

Tuxtla Gutiérrez

Querido Octavio:

Deseo que pronto alguien te ayude a calmar esos ardores.

Querido Duque:

No me lo vas a creer, pero el otro día estaba en un “babyshower” de lo más cursi, pero al que tuve que asistir porque se hizo en honor a la esposa de uno de mis empleados, cuando un fotógrafo de tu periódico o no sé de qué otra publicación local, nos preguntó a mí y a las dos changas que estaban sentadas junto, que si nos podía tomar una foto para la sección de “sociales”. Las tres dijimos que sí, aunque yo no conocía a las otras dos señoras, y cuando el muchacho nos preguntó nuestros nombres, el par de criadas dijeron que no, que no podían dar sus nombres, que publicaran la foto así, sin pie, que no fuera a ser que las fueran a secuestrar por pensar que son gente de dinero. Si las hubieras visto, con las patas peludas y su olor a pescado, te hubieras muerto de la risa igual que yo. Las finísimas damas tenían tanta clase como “La Guayaba” y  “La Tostada” de la película de Pedro Infante, y encima de todo creían que las iban a secuestrar por salir en un periódico chiapaneco, como si fueran Laura Zapata y Ernestina Sodi ¿lo puedes creer?

Magdalena

Tuxtla Gutiérrez

Querida Magdalena:

Yo quiero mucho a la gente de Tuxtla Gutiérrez, un lugar en el que hasta los ricos son pobres, pero nunca me han gustado las ínfulas de ciertas personas que pierden el piso, y no se dan cuenta de que juegan golf en el Club Campestre de Tuxtla y no en el FarmNeck Golf Club de Martha’sVineyard. Ya no digas que las damas se sientan Laura Zapata o Ernestina Sodi, han de tener la idea de que son las mismísimas hermanas Bouvier.

Duque de Santo Ton:

Soy tan sensible, que puedo oler cuando a alguien le apestan los pies o las axilas o no se ha bañado. La cosa se pone peor cuando las personas se mojan con la lluvia y la peste se les alborota como a los chuchos. Siempre traigo un pañuelo empapado en agua de Colonia para no desmayarme, pero me da vergüenza que la gente advierta que no soporto su olor.    

Georgina

Tuxtla Gutiérrez

Querida Georgina:

Te entiendo perfectamente, a mí me sucede lo mismo. Tan sólo necesito la nariz para saber si alguien se bañó o no, si se lavó el cabello o si se cambió de ropa. Es algo intolerable y yo sí, de plano, siempre ando una botellita con perfume para mitigar el hedor humano, aunque, si por mí fuera, traería un desodorante en aerosol.

Querido Duque:

Mi hermana se embarazó de un hombre soltero y muy rico, que no se quiso casar con ella, pero reconoció a mi sobrino y los mantiene a los dos en una casota, con sirvientas, chofer y coche. Les da todo, pero no se quiere casar con mi hermana, y aunque él anda con todas las golfitas de Tuxtla, a mi hermana la tiene amenazada con que el día en que la encuentre con otro, le quitará todo, hasta el hijo. Interesados como son, mis padres aceptan la situación, con tal de que mi hermana reciba dinero, pero a mí me parece muy humillante, sobre todo porque me parece que el tipo ya se comprometió para casarse con una chica de sociedad tan rica o más que él.

Germán

Tuxtla Gutiérrez

Querido Germán:

Uno quisiera que las personas que amamos tuvieran lo mejor y les fuera bien en la vida, pero mientras tus padres y tu hermana sigan pensando que el éxito sólo puede conseguirse a través del dinero, estarán expuestos a ese tipo de malos tratos y peores. 

Querido Duque:

No me gustó nadita de nada la forma en que le respondiste a una lectora, en el sentido de que los gitanos son personas ladronas, cochinas e indeseables. Yo conviví mucho con una familia gitana, y fueron tan amables conmigo, que me consideran parte de su grupo.

Mariana

Tuxtla Gutiérrez

Querida Mariana:

Cálmate “Yesenia”.

Mister Duque:

Mi mamá es de Pichucalco y por eso yo tengo mucha relación con ese lugar. A la gente de allá le gusta mucho ir a Villahermosa para divertirse, pues venir a Tuxtla además de que es cansado, no es atractivo, pues los antros están re feos, casi o más que la mayoría de las personas que se dejan ver en ellos. Aunque yo vivo en Tuxtla, no me pierdo la oportunidad de ir a Pichu, y de ahí ir a Villahermosa. Te juro que está mejor que Tuxtla.

Úrsula

Tuxtla Gutiérrez

Querida Úrsula:

No entiendo qué haces en Tuxtla, pudiendo vivir en Pichu.

Duque de Santo Ton:

Cuando invito a mis amigos a mi casa, me gusta comprar las cervezas en tamaño caguama, porque siento que así rinden más, y como a nosotros nos encanta la cerveza, pues compro muchas caguamas. Lo malo es que el otro día, cuando regresé del súper con doce caguamas y las estaba acomodando en el refri, mi mamá me dijo que sólo las criadas compran caguamas, que las muchachas decentes, si van a tomar cervecitas, sólo pueden echarse dos o tres, pero nunca servirse de una botella de caguama ¿verdad que está loca?

Yadhira

Tuxtla Gutiérrez

Querida Yadhira:

Con ese nombrecito que te pusieron, tú puedes tomar caguamas y hasta jícaras de taberna, que de todas maneras no podrás librarte de la vulgaridad. Eso de que tu mamá está loca, puede ser cierto, pero no lo digas tú, pues no tienes derecho a juzgar a tus padres; aunque, mira que para ponerle Yadhira a una hija se necesita estar más loca que la reina Juana.