¿Vacío del legislativo al presidente?

Editorial

Quienes sean adictos a leer las páginas editoriales de la prensa nacional, se habrán encontrado con que algunos connotados columnistas de los rotativos de la capital de la República han señalado que los legisladores han “dejado solo” al Presidente Peña Nieto en cuanto a aprobar las últimas iniciativas que se enviaron al Congreso.

 

Los columnistas se refieren concretamente a la iniciativa que le habrá de dar al gobierno del Distrito Federal su carácter de estado número 33 de los Estados Unidos Mexicanos que constituyen nuestra República Federalista.

Pudiera ser esto parcialmente cierto, toda vez que aducen los analistas que esa iniciativa del gobierno del Distrito Federal es un compromiso de Peña Nieto para aquella ciudad que también es sede del Ejecutivo Federal. 

La iniciativa al respecto tuvo entrada en la Cámara Alta y fue aprobada en lo general en la cámara de origen y enviada para su análisis a la Cámara Baja; esto es, a San Lázaro, para su aprobación y modificación respectiva.

San Lázaro ya no le dio cabida para este período de sesiones ordinario aduciendo, palabras más palabras menos, que una ley de trascendencia e importancia como la que se había recibido necesitaba un tiempo de estudio en comisiones, a fondo, que era imposible cumplir en lo que restaba del tiempo real. En buen castellano, esta iniciativa que habrá de transformar la vida cotidiana del gobierno de la capital de la república, tendrá que esperar a que llegue la siguiente legislatura que habrá de ser votada el primer domingo de junio, dentro de 32 días para ser groseramente exactos.

La aseveración francamente dura de los analistas de la capital pudiera resultar exagerada para el sentimiento del Poder legislativo, toda vez que la propia iniciativa ya analizada en lo general por el Senado de la República ha recibido críticas de fondo en lo que a la apreciación legal se refiere de parte de estudiosos del Derecho, de respeto y conocedores a profundidad de la propuesta transformadora que hará de la capital de la república el último estado de la federación, el que falta para completar 33 entidades.    

Estos analistas aducen que esa aprobación del Senado en lo general, deberá pasar por el tamiz serio y analítico de las comisiones para que allí suceda la cirugía, tal vez mayor, que requiere una iniciativa de esa envergadura.

Para algunos analistas resulta injusta esa afirmación mediática dado que, si ha habido una legislatura que ha estado acorde a los tiempos reformadores que hoy vive nuestra nación y receptora interesada en hacer valer en la pluralidad las iniciativas del Presidente Peña Nieto, es precisamente la actual legislatura quien, en un acto de verdadera democracia y en ejercicio de los poderes republicanos, se han hecho las modificaciones legales más intensas y numerosas desde el constituyente del 17, con la participación de todas las fuerzas civiles actuantes en nuestro país y con la convicción republicana de los poderes políticos que coincidieron que esas decisiones de gran trascendencia son decisiones que convienen al futuro del país y a la mejor marcha de la vida cotidiana de los mexicanos en un futuro mediato ya muy próximo.

La iniciativa de aprobación final del gobierno de la capital de la república tendrá pues que esperar a la llegada de la nueva legislatura que habrá de ocupar San Lázaro a partir del primero de Septiembre de este año. Estaremos pendientes.

 

Poca respuesta a la transparencia solicitada.

Si bien es cierto no obliga a los futuros diputados hacerlo, la decisión solicitada por la ciudadanía, el Senador Robledo y por algunos comentaristas de los medios electrónicos  a los futuros legisladores de hacer pública su declaración patrimonial y su declaración fiscal, no ha tenido la respuesta que hubiéramos querido quienes vemos el futuro de México en manos de los seres pensantes, responsables y honestos que nuestro país tiene y le sobra para construir el futuro que todos deseamos.

En el caso del Distrito federal, de 722 aspirantes a ser elegidos, solo 73 han hecho públicas sus pertenencias, por lo que ya se ha recibido la crítica lapidaria del Consejo Coordinador Empresarial de la capital de la República, quien afirma que los electores se habrán de cobrar esta desfachatez a la hora de emitir el voto. De 132 aspirantes a ocupar una jefatura delegacional, solo 9 de ellos publican sus declaraciones patrimoniales. En el caso de los aspirantes a diputados locales del DF, nada más 7 han hecho públicos sus bienes.

En lo que respecta a nuestro estado, los analistas calificados de la localidad han publicado que solo 5 de los 108 candidatos han hecho pública su declaración patrimonial.

Por donde se le vea, esto es grave porque falta a la credibilidad necesaria para con los electores.

¿A que le temen los futuros diputados?

¿Enseñar más allá de lo que les es permitido atesorar con un trabajo honesto y hacerlo evidente?

¿Hacer palpable que no han hecho declaración de impuestos como todo ciudadano responsable?

Las dos interrogantes son causales suficientes de falta de integridad ciudadana para no ser candidato a un puesto de elección popular, para representar honesta y dignamente a un conglomerado de ciudadanos que quieren en el Congreso de la Unión a ciudadanos probos y honrados.

Estamos ante un dilema de lesa credibilidad que deberá ser cobrado a la hora de votar.

 

 

¿A usted no le preocupa el Tsunami?

El geólogo chiapaneco natural de Simojovel, don Marco Antonio Penagos Villar ha lanzado, literalmente, gritos de angustia por lo que le pudiera suceder al país y a nuestro estado en particular con la gran actividad sísmica en el mundo, toda vez que tenemos suficientes variables en activo que nos hacen candidatos a una catástrofe de gran tamaño, con resultados inciertos.

Llama a que debería de existir, dada la intensa actividad sísmica detectada una oficina, Instituto u lo que sea, que analice estos fenómenos con seriedad y opine en consecuencia para la prevención. También le pide a Protección Civil su intervención al respecto, para que no suceda lo que puede ser, sin ningún conocimiento para poder actuar de manera responsable. Pronostica un sismo severo en un futuro cercano, que podría generar un tsunami en las costas de nuestro estado.

 

¿Por qué no se le hace caso?