HOSPITAL DEL ALMA 18/10/16

Por El Duque de Santo Ton

Querido Duque de Santo Ton:

Estoy atrapada entre dos amores. Por un lado tengo sexo sin compromiso con un compañero de trabajo que está buenísimo y se desvive por mí, aunque es un pelagatos que no tiene ni en qué caerse muerto.

Pero yo ya estoy comprometida con mi novio formal, que es millonario, desde hace seis meses. Estoy en una incertidumbre. Jamás imaginé estar en esta situación así pero las cosas con mi compañero se dieron y fue como un tren que ya no se pudo detener, pero no puedo vivir así. Las llamadas a mi celular están haciendo sospechar a mi prometido, a quien sorprendí revisando mi teléfono. Por fortuna, no tenía nada comprometedor. Por favor quiero que me aconsejes.

María Elena

Tuxtla Gutiérrez

Querida María Elena:

No desaproveches la oportunidad de casarte con un millonario pues puede ser que nunca se te vuelva a presentar, sobre todo si eres una empleada del montón. Claro que no por ello te sugeriría que te privaras de darte gusto con tu compañero de trabajo, con el que llevas una relación que de todas maneras es pasajera. Sin embargo, esa relación debe ser secreta, no hables de ella ni con el espejo. En estos tiempos ninguna infidelidad es mala mientras no se haga pública porque podrías perderlo todo, hasta tu empleo. Sería sensacional que tu compañero inventara algo especial para darte tu despedida de soltera, con disfraces, juguetes y sexo duro, pero siempre en secreto, no lo olvides.

Duque:

En la oficina en la que trabajo nos impusieron el requisito de usar uniforme y a mi jefe directo no le gustó la idea, pero como a él no le dispensaron la obligación de ponerse el uniforme, llega vestido con ropa de calle y se cambia en la oficinita privada que tiene. El problema es que yo me siento junto a la puerta y él siempre la deja abierta cuando se viste y se desviste, por lo que diario lo veo en calzoncillos, todos los días me entero del color de su ropa interior. Ya hablé con él y le pedí que me tuviera respeto, pero no hace caso y todos los días se encuera al llegar o al salir de la oficina ¿qué hago?

Giovanna

Tuxtla Gutiérrez

Querida Giovanna:

Si no quieres saber de qué color trae los calzones tu jefe, voltea hacia otro lado o ve al baño cuando sepas que se va a desvestir. Tal vez él piensa que disfrutas con la función y por eso te la sigue brindando.

 Duque:

Desde hace algunos días he notado que mi novia tiene la lengua rasposa, como de gato. Antes disfrutaba mucho sus besos, pero ahora me dan asco.

Juanelo

Tuxtla Gutiérrez

Querido Juanelo:

Es muy feo eso de que digas que te da asco besar a tu novia, aunque a mí también me pasó eso hace muchos años con una chica (ya debe ser una ruca) con la que salía. Yo nunca me atreví a decirle nada, pero todo se arregló cuando un médico le detectó unos problemas hepáticos y la curó con unas medicinas. Dile a la nena que vaya al médico para que la revise, pero no menciones los besos y su lengua rasposa, me parece algo de muy mal gusto.

 

Duque de Santo Ton:

Me invitaron a pasar unos días a la Ciudad de México, y me dijeron que nos íbamos a quedar en una casota de la colonia Moctezuma. Conociendo la colonia Moctezuma de Tuxtla, pensé que me iban a hospedar en una residencia vieja pero de lujo, y en lugar de eso me acomodaron en un apestoso departamento de un arrabal que está por el aeropuerto. No podías salir a la calle después de las seis de la tarde sin temor a que te rebanaran la garganta. Te lo digo por si alguna vez te invitan a la colonia Moctezuma de la Ciudad de México. Berenice

Tuxtla Gutiérrez

Querida Berenice:

Yo he estado muchas veces tanto en la colonia Moctezuma de México (nunca para dormir), como en la Moctezuma de Tuxtla (antes vivía ahí). En ninguno de esos dos barrios sacaría a pasear a mi perro de noche y a solas. Podría jurar que un criminal se esconde detrás de cada esquina.

Señor Duque de Santo Ton:

Yo no sé de qué le sirve a usted escribir tan bonito, si desperdicia su pluma en puras cosas baratas que nadie lee.

Amparito

Tuxtla Gutiérrez

Querida Amparito:

Con que me lea usted me doy por bien servido.

Dear Duque:

I’m a very young married woman, who needs more sex satisfaction, cause my husband doesn’t take care of me. I like felatio, submition and any fantasies. No limits allowed. I’m looking for an american guy, between 15 and 45 years old, blond hair, blue eyes, and very big in all senses (you know what I mean). My name is Teresa and I’m a very pretty hot woman. 

Teresa

Tuxtla Gutiérrez

Querida Teresa:

¿Hasta dónde piensas llegar con tus jaladas?

Hola Duque:

Quisiera que vinieras a mi cumpleaños. Estoy desahuciada y los médicos no me aseguran llegar al siguiente año. Desde hace mucho tiempo que leo tu columna y me hace mucha ilusión tenerte en mi fiesta y que nos diviertas a todos con tus ocurrencias. Vivo en la colonia La Hacienda, y mi fiesta va a ser el dos de noviembre a las nueve de la noche ¿vas a venir?

Gabriela

Tuxtla Gutiérrez

Querida Gabriela:

Me encantaría estar en tu fiesta de cumpleaños, pero además de que no me mandaste la dirección, ya tengo otro compromiso. Por cierto: yo no soy payaso de nadie y no acostumbro divertir a la gente “con mis ocurrencias”. Ojalá te la pases muy bien y podamos festejar juntos el 2017, Dios mediante.  

Querido Duque de Santo Ton: 

Aprovechando que mi esposo estaba de viaje, me puse a coquetear con dos hombres que conocí por Facebook y que ahora están tras de mí como lobos. A los dos les dije que soy soltera y que vivo sola, pa<ra que me mandaran sus fotos desnudos, con la promesa de que me les entregaría. Mi esposo está por llegar luego de cumplir seis meses de labores en Europa y no sé qué hacer.  Temo que encuentre los insinuantes mensajes de texto o Whatsapp y las fotografías en mi celular, en mi computadora o en la dichosa “nube” que hasta ahora no sé lo que es. He tratado de ir borrando paulatinamente fotos y mensajes, pero son demasiados, aparecen cuando menos lo imagino y son muy atrevidos, me hacía pasar como una cualquiera.  En verdad tengo miedo.

Lucrecia

Tuxtla Gutiérrez

Querida Lucrecia:

Entiendo que te hayas divertido ilusionando a ese par de sujetos, calentándolos sin apagar su fuego, pero ahora tienes que detener esa situación en seco mamacita si no te quieres meter en un serio problema. Si fuera tú, cambiaría de computadora y de celular (incluso de chip), antes de que llegue tu marido, porque por lo visto los tipos cachondos ya tienen tu número y se te pueden aparecer cuando menos lo esperes. 

Duque:

Mi mujer se compró un vestido, que le costó quince mil pesos, para ir a la boda de su hermana a la ex hacienda de San José Vista Hermosa en Morelos. La verdad, aunque gano bien, no me siento muy seguro en mi empleo y se me hace un gasto muy fuerte e innecesario, pues podría comprarse algo más económico, sobre todo si sólo lo va a usar una vez. Lo peor de todo es que el vestido es muy feo, muy pueblerino, aunque ella dice que se lo hizo un diseñador especialmente para ella. Me duele mucho pagar esa cantidad.

Román 

Tuxtla Gutiérrez

Querido Román:

La verdad es que como me planteas las cosas, estás en el peor momento para invertir en una prenda de ésas. Aunque el vestido valiera la pena, tienes que evitar los despilfarros porque la situación económica de la clase asalariada en este país tiene un pie en el hoyo y otro en una cáscara de plátano. 

Querido Duque:

Desde que me casé, me di cuenta de que mi suegro era muy coqueto conmigo, muy cariñoso, muy tocón y me hacía unas bromas muy pesadas. Una vez vino a mi casa y se emborrachó con mi marido. Después de un buen rato, yo me subí a dormir porque estaba cansada y ya que estaba yo desnuda en mi cama, subió mi suegro, se quitó la ropa y me hizo el amor varias veces. Mi esposo se quedó dormido en el sofá de la sala y no tuve el valor de decirle lo que mi suegro me había hecho. Quise olvidarlo todo, para que no sufrieran ni mi esposo ni mi suegra ni mis hijos, pero cada vez que mi suegro sabe que voy a estar sola, viene y ya sin preguntar me lleva a la recámara. Yo no opongo resistencia, sólo le pido que use condón porque sería una monstruosidad convertirme en la madre del hermano de mi esposo, o sea, de mi propio cuñado. Él me hace caso, usa condón, y antes de irse, me deja mil pesos. Yo no digo nada y me quedo con el dinero pero siento como que me estoy prostituyendo.

Ángeles

Tuxtla Gutiérrez

Querida Ángeles:

Claro que te estás prostituyendo y lo peor del caso es que lo estás haciendo con tu propio suegro, lo que significa que estás quedando mal no sólo con tu esposo sino con toda la familia. Después de que ese coito furtivo se ha vuelto una costumbre, ese hombre dejó de ser tu abusador para convertirse en tu cómplice. Se nota que moralmente el asunto no te afecta demasiado, de lo contrario te recomendaría que confesaras tus pecados a Dios y terminaras con esa relación de inmediato, ahora que todavía la gente no se entera de tus cochinadas, pero por lo que se ve tú estás más interesada en jalar pellejos e incrementar tu cuenta de ahorros.

Duque:

Yo soy una joven de origen humilde, me costó mucho estudiar la carrera de economía, pero logré terminarla y relacionarme con un muchacho muy guapo, muy fino, hijo de españoles pero, lo mejor, muy rico. A pesar de ser tan buen partido, mi novio era virgen y yo lo desquinté, lo inicié en el arte del sexo, y cuando quedé embarazada se casó conmigo. Mi suegra puso el grito en el Cielo pero al final, tanto ella como mis cuñadas y el resto de la familia, tuvieron que aceptarme e ir a la boda. Ahora soy una mujer de sociedad y un día se me ocurrió invitar a una fiesta a la que era mi mejor amiga, cuando yo era pobre, y la muy perra se le fue encima a mi cuñado el menor, con el que ya se acuesta la desgraciada y todo parece indicar que quieren casarse. Mi suegra, mis cuñadas y yo hemos hecho hasta lo imposible para que terminar con esa relación, pero mi cuñadito insiste en casarse con esa mujer que no es de su posición social y que yo, estúpidamente, introduje a la casa. Por supuesto que yo ya ni saludo a mi ex amiga por piruja y mala amiga.

Sussy

Tuxtla Gutiérrez

Querida Sussy:

Tu ex amiga es tan piruja como alguna vez lo fuiste tú. Si a ti se te permitió escalar socialmente valiéndote del sexo ¿por qué te duele tanto que otra mujer lo haga? No me digas que sientes miedo de que se diluya la herencia de tus suegros con tantas pájaras carroñeras revoloteando. Tranquila mujer, la envidia no es buena, en lugar de eso, deberías solidarizarte con la nueva integrante de la familia, pues ambas tienen en común un origen proletario que, tarde o temprano, saldrá a relucir. Me imagino que tanto tú amiga como tú son y serán siempre un incordio para tu suegra y tus cuñadas.