Entrelíneas 24/08/16

Sotana violenta

Por Jorge Ceballos

La intromisión del clero en la vida política y social de Chiapas es constante en la persona del párroco de Simojovel, Marcelo Pérez Pérez, quien lejos de inculcar la fe católica entre los chiapanecos, se ha convertido en un promotor constante de acciones que rayan en la desestabilización; un caso por demás específico, es el respaldo que da a las acciones del magisterio a través de las marchas y por supuesto el no inicio de clases en la entidad.

 

Las actividades políticas -es lo que hace- de Marcelo Pérez, al parecer tienen sin cuidado a los máximos jerarcas católicos en Chiapas, hasta ahora no se ha sabido que ninguno de los Obispos de la entidad, le pidan respetar el principio histórico de la separación del Estado mexicanos y la iglesia.

En franca rebeldía y violación al artículo 130 inciso E de la Constitución de México, el párroco de Simojovel, se olvida que la actividad eclesiástica debe enfocarse a propagar la fe a través de la creencia religiosa, más aun, la iglesia debería de buscar la unión y hermandad de un pueblo, no el enfrentamiento y desestabilización.

Los jerarcas católicos en Chiapas, deberían recordarle a Marcelo Pérez, que el artículo 130 constitucional es claro cuando señala: los ministros de culto no podrán asociarse con fines político, ni realizar proselitismo a favor o en contra de contra de candidato de candidato, partido o asociación política alguna, tampoco podrán en reunión pública en actos de culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios.

A los ministros de culto, les está prohibido la formación de toda clase de agrupaciones políticas así como realizar en los templos reuniones de carácter político.

Así como a los ministros de culto les está prohibida la asociación con fines políticos, a las autoridades les prohíbe la Constitución intervenir en la vida interna de las asociaciones religiosas.

El último párrafo del 130 constitucional, es claro al señalar que: las autoridades federales, de los estados  y municipios, tendrán en esta materia las facultades y responsabilidades que determine la ley.

El constante activismo en que cae Marcelo Pérez, es motivo para que cuando menos sus jerarcas lo llamen a la cordura, a su no intromisión en asuntos que simplemente les competen a las autoridades.

Alguien en el gobierno local se está tardando en buscar la aplicación de la ley en contra de ese sacerdote, a quien olvidándose su formación religiosa, simplemente le ha dado por convertirse en un generador de manifestaciones callejeras, pero sobre todo respaldando un movimiento que en los últimos tres meses le ha hecho mucho daño a Chiapas.

En otras entregas en este espacio, hemos advertido que en la aprobación de la Reforma Educativa que tantos dolores de cabezas ha generado al país y en específico a Chiapas, no se tomó en cuenta a los maestros, se aprobó sin tener el consenso de los involucrados.

Pese a no tener la aprobación de los maestros, la reforma es ya una ley, si se abroga o no ese será otro cantar, pero mientras eso ocurre, Marcelo Pérez está violando la Constitución por manifestarse a una ley que impera en este país.

Es cierto que los tiempos actuales, no son como los de la presidencia de Plutarco Elías Calles, quien en 1926 promovió una modificación al Código Penal -conocida como la Ley Calles- con esa arma jurídica el ex presidente buscaba limitar las manifestaciones religiosas para tener y ejercer controles a la Constitución Mexicana de 1917.

Buscaba el ex presidente limitar o suprimir la participación de las iglesias en la vida pública del país, de esa intentona nació el movimiento de los Camisas Rojas promovidas por el ex gobernador de Tabasco, Tomás Garrido Canabal quien encabezó una persecución contra los ministros de culto.

Los tiempos han cambiado y no puede existir una persecución como la de aquellos años, pero lo que si puede haber es la correcta aplicación de la ley, obligar a Marcelo Pérez a no intervenir en asuntos que solo le competen a las autoridades.

Marcelo Pérez no entiende aquel dicho de ¡zapatero a tus zapatos! 

No atienden llamados

Los maestros de la CNTE, están montados en su burro y no escuchan los llamados al diálogo para que inicien las clases, uno de los que pidió trabajar en beneficio de los niños y jóvenes de Chiapas, fue Eduardo Ramírez Aguilar, quien les pidió de manera respetuosa que a la par de continuar con el diálogo y las negociaciones sobre la Reforma Educativa, garanticen el inicio del ciclo escolar 2016-2017 de manera regular.

El presidente del Congreso les pidió a los maestros que de manera paralela se puede, tanto continuar con las mesas de diálogo para encontrar un acuerdo, como reactivar las clases correspondientes al nuevo ciclo escolar; de tal manera que ya no se sigan viendo afectados en su educación los niños, niñas y jóvenes del Estado.

Ramírez Aguilar consideró que es necesario regresar a la vida laboral; los niños, niñas y jóvenes a las aulas y la tranquilidad a Chiapas y a sus habitantes.

Desafortunadamente las palabras del presidente del Congreso, no han encontrado eco en los maestros, quienes prefieren seguir poniendo en riesgo a los niños alejados de las aulas a mostrar un lado sensato que de verdad ya nadie le conoce.

Hagan algo

La cerrazón con la que se maneja el grupo de Miguel Sántiz Álvarez allá en Chenalhó, es para preocupar a cualquiera. Los habitantes de ese municipio de los Altos, no quieren acatar el resolutivo emitido por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Tanto el depuesto y efímero alcalde, como sus seguidores, están en una actitud de no reconocer a Rosa Pérez Pérez como alcaldesa, esto a pesar de que ya no tienen a donde más hacerse. Jurídicamente no les asiste la razón, pero eso es una situación que poco les viene importando, les importa más su sentido de humillación al ser gobernados por una mujer que lo que pueda ordenar la autoridad electoral.

Algo tienen que hacer las autoridades locales para garantizar la paz y estabilidad de aquel municipio, porque de lo contrario seguirán habiendo problemas que pueden terminar con un baño de sangre que nadie quiere, ya estuvo bueno que Chiapas siga estando en la agenda nacional por los constantes problemas que se registran, como si la holgazanería de los maestros no fuera suficiente. No leemos el viernes en otra Entrelíneas.