Estrategia para el desarrollo del Sur de México.

El pasado martes 24 de marzo fue un día de fiesta para Chiapas, significativo. Y no fue -que debería serlo-, porque Eraclio Zepeda hoy por hoy el chiapaneco vivo más importante del estado, haya cumplido 78 años de fructífera vida al servicio de la cultura y la política nacional. No. Fue día de fiesta para Chiapas y para los estados más pobres de México, porque el presidente Enrique Peña Nieto desde Tuxtla Gutiérrez dio importantes noticias para los jóvenes de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, esa parte de la juventud mexicana que habrá de tomar inexorablemente las riendas del futuro nacional, esa parte olvidada de la población mexicana que también merecen la preocupación de las autoridades federales.

 

Desde el Centro de Convenciones de la capital del estado, el Presidente de la República se refirió enfáticamente a un programa que ocupa la preocupación de quien ganó las elecciones por más de 4 millones y medio de votos sobre su más cercano adversario electoral.

Desde allí, Enrique Peña Nieto se refirió a los jóvenes como la mayor fortaleza del país para competir, crecer, y triunfar en el siglo XXI. Esa materia prima pensante e ineludible que hoy habita el territorio nacional y que requiere de la mayor preocupación del Estado mexicano para garantizar su buena formación porque de eso depende el desarrollo mismo de la nación y su competencia, también ineludible, en el concierto mundial con las naciones que pueblan el Planeta y que habrán de competir cotidianamente con nuestras fortalezas y  capacidades. 

Dijo, entre otras muchas cosas, que el empleo en la informalidad en nuestro país ha bajado. Eso quiere decir que la Secretaría Federal al respecto se ha aplicado fuerte en los últimos dos años buscando que los trabajadores en México estén formalmente empleados para que con ello tengan las prestaciones necesarias que esa formalidad trae consigo. Se refirió a que en el caso de Chiapas, Guerrero y Oaxaca las cosas son dolorosamente diferentes. Mientras que en el resto de país el índice de formalidad anda por debajo del 60% de ocupación formal, en los estados pobres de México el índice de informalidad anda muy cercano al 80%.

Por ello, desde Tuxtla Gutiérrez, Enrique Peña Nieto anunció para los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, los más pobres de México, un programa nacional para que los jóvenes de esas entidades federativas reciban una beca para capacitarse dentro de una empresa con el objeto de que estén pertrechados y bien formados para que, desde la formalidad y ya no en la informalidad, tengan un avance en su formación para el futuro venidero.

Estas acciones, enfatizó el Presidente de México, son “un voto de confianza al talento, al empuje y a la cultura del esfuerzo de los jóvenes de esta importante región de nuestro país”.

Allí mismo, se presentó un video en donde José Ángel Gurría, el mexicano brillante y representante de la OCDE, dijo que “pobreza y desigualdad son dos de los problemas más acuciantes, más graves que enfrenta México. “ Las cifras más recientes del Coneval señalan que mientras el 45% de los mexicanos viven en condiciones de pobreza, ese porcentaje en el estado de Chiapas es del 75%”, dijo José Ángel Gurría ante los chiapanecos.

 

Nuevo rostro de ciudad

Enrique Peña Nieto pudo constatar en sus desplazamientos por la ciudad capital de Chiapas durante su visita realizada el pasado martes 24 de marzo, “el cambio de rostro” que Tuxtla Gutiérrez está experimentando y que se ya se nota, como el presidente de México así lo refirió en su intervención en la inauguración de la planta Tuxtlán para el tratamiento de aguas residuales. Peña nieto llamó por su nombre a los cambios cualitativos que los libramientos, el Bulevar Belisario Domínguez y el Parque recreativo Caña Hueca han experimentado de fondo en su nueva imagen de servicio para todos los tuxtlecos.

 

El Sabinal está feliz

La inauguración de la Planta de tratamiento para aguas residuales, Tuxtlán, a un lado del río Sabinal y muy cerca del reloj de flores y de los parques recreativos que le dan vida y oxígeno a la capital del estado, tuvo una real relevancia.

La tuvo porque allí intervinieron de manera entusiasta el gobernador Manuel Velasco Coello; el Director General de Conagua el ingeniero y Doctor David Korenfeld Federman y el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, todos celebrando a la gran obra que habrá de ser muy importante para devolverle al Sabinal aguas limpias y tratadas.

El representante de Conagua lo hizo dentro del marco de las celebraciones del Día Mundial del Agua, momento significativo porque el presidente de México anualmente reafirma su compromiso y lealtad para con el agua nacional que es del pueblo, este año designado por la ONU como el año del Agua dentro del desarrollo sostenible. Para que eso suceda, dijo el Director General de Conagua, el superar el paradigma de la sustentabilidad, debemos de resolver y enfrentar los retos hídricos de nuestro tiempo.

La conservación del río Sabinal es un reto hídrico inserto dentro del desarrollo sostenible de la cuenca hidràulica de Tuxtla Gutiérrez.

La nueva planta de tratamiento de aguas residuales Tuxtlán y próximamente la puesta en marcha para este año de la Planta de Paso Limón en el oriente de la capital, habrán de entregarle al río emblemático de Tuxtla Gutiérrez aguas servidas pero ya limpias en un porcentaje superior al ochenta por ciento.

Este dato es muy halagador e importante para la vida diaria de la capital del estado.

Es el inicio de una lucha que ya parecía perdida por rescatar al río que le da vida y dignidad a Tuxtla Gutiérrez.

Quiere decir que se van acabar, por fin, los malos olores que tanto nos ofenden a los tuxtlecos que hemos visto poco a poco ir muriendo al río en donde nuestros padres y abuelos nadaron en sus aguas  o pescaron bagres de muy buen tamaño o sacaron shuti cuando había en abundancia.

Ahora viene la etapa de reconstrucción del río y sus orillas.

¿Quién es el responsable de mantenerlo limpio?

¡TODOS!

Las autoridades estatales y federales, quienes hacen obras de tratamiento para devolverle al río aguas sanas.

Las autoridades municipales que realicen una vigilancia exhaustiva a todas horas del día, para desarrollar una cultura del cuidado del escurrimiento entre la sociedad civil, empezando por no tirar basura a su lecho.

La sociedad civil, que empiece a ver a su río como una extensión de su casa a donde habrá de ir a descansar, a platicar y a respirar aire puro.

Mientras eso suceda, que así va a ser y muy pronto, celebremos el nacimiento nuevo del Sabinal, para bien de todos los tuxtlecos.

 

Felicidades al Ingeniero Alfredo Araujo Esquinca, el real hacedor de estas magnas obras que traerán vida y desarrollo sostenible a la capital de los chiapanecos.