El mondongo de Adelaida “X”
Por Julio Domínguez Balboa
Una costumbre que ha perdido arraigo en Chiapas, pero que en su tiempo fue muy usada, era la de que el padre de familia, al casarse un hijo varón, le asignara un pedazo de tierra dentro del terreno de su casa, para que el recién casado construyera con sus propias manos una vivienda, y empezara ahí su nueva vida, con miras a independizarse en cuanto le fuera posible. Algunos tardaban menos en irse, otros más y algunos se quedaban para siempre, pero mientras tanto, la casa de los padres iba convirtiéndose en una especie de colmena, con celdas habitadas por su descendencia.