Norberto Rivera cumple misión en Arzobispado

Festeja hoy su cumpleaños 75; como lo marca la ley de la Iglesia católica, el cardenal deberá presentar su carta de dimisión ante el papa Francisco

Nota y foto “Excélsior”

CIUDAD DE MÉXICO

El cardenal Norberto Rivera Carrera cumple hoy 75 años y como lo marca el Código de Derecho Canónico, que es la ley que rige la vida de la Iglesia católica, deberá presentar su carta de renuncia como titular del Arzobispado de México ante el papa Francisco.

 

Sin embargo, la Arquidiócesis de México aclaró que, de acuerdo con el Derecho Canónico, el cardenal deberá presentar su renuncia al papa Francisco, al cumplir hoy 75 años de edad.

Refirió que el Canon 410, Código de Derecho Canónico de 1983, establece que “cualquier obispo diocesano que haya cumplido los 75 años de edad, se le ruega que presente la renuncia al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias”.

Incluso, Rivera puede enviar su renuncia a través de dos vías: la Nunciatura Apostólica o directamente al pontífice, pues se trata de un cardenal en funciones, aclaró el Arzobispado.

Aunque esta renuncia no tiene inmediatez, pues sólo el máximo líder del catolicismo puede decidir cuándo aceptarla, lo cual podría suceder en semanas, meses o hasta años, dependiendo del contexto eclesial que se viva en la Ciudad de México y en el resto de la República.

Es por ello que Rivera seguirá estando al frente de la Arquidiócesis Primada de México, una de las más grandes del mundo, gozando de todas sus atribuciones y responsabilidades hasta que el Papa acepte su renuncia, se declare la sede vacante, lo nombre, en su caso, administrador apostólico, y finalmente designe al nuevo arzobispo.

Para el especialista en asuntos religiosos Felipe Monroy, la renuncia del cardenal Rivera ha causado más revuelo de lo normal, e incluso informaciones adelantadas, equivocadas o sacadas de contexto sobre los motivos de la renuncia.

Explicó que, en la historia, ha habido casos de obispos con más de cuatro años de “tiempo extra”, debido al llamado tiempo de gracia para que el obispo vaya administrando su retiro, encuentre un espacio dónde vivir, deje en orden la casa y participe, de cierto modo, en el proceso de la búsqueda de su sucesor.

Aunque también otro motivo para mantener ese “tiempo extra” al frente del Arzobispado se puede deber a la carencia de un claro sucesor o de un perfil adecuado.

Pensando en su indefinida remoción del Arzobispado, el cardenal Norberto ya solicitó a los diversos responsables de gobierno de su Iglesia el informe del estado de las cosas en la arquidiócesis capitalina para saber cuánto ha cambiado la vida religiosa en la ciudad, qué se ha hecho y qué se ha dejado de hacer para remediar la pérdida de fieles”, expuso Monroy a Excélsior.

Rivera Carrera está al frente de la Arquidiócesis de México desde 1995, y fue la Santa Sede la que anunció la decisión del papa Juan Pablo II.

Durante casi 22 años de arzobispado, el cardenal Rivera ha tenido una serie de problemáticas que enfrentar en la Ciudad de México, tanto por posturas religiosas, éticas, de administración, políticas y también sociales. 

¿QUÉ SIGUE?

Hay quienes en el interior del Episcopado Mexicano hablan de posibles sucesores, en caso de una casi inmediata aceptación de la renuncia de Rivera Carrera, entre los que destacan el cardenal Carlos Aguiar Retes, religioso muy cercano al Papa y quien fungiera como presidente del Episcopado de nuestro país y latinoamericano.

También suenan el obispo de Morelos, Ramón Castro y Castro; el de Monterrey, Rogelio Cabrera, por su cercanía a zonas golpeadas por la violencia; sin embargo, será el Papa quien tenga la última palabra e, incluso, se salga de los pronósticos.