Al menos dos mil niños indígenas se mantienen como desplazados

Por MISAEL ZEÑAY

Tuxtla Gutiérrez

 

Luego de dar a conocer que sólo en esta administración dos mil menores de edad indígenas han sido desplazados, el Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de Las Casas”, hizo un llamado enérgico al gobierno estatal, para solucionar el conflicto de los desplazados de Banavil, en el municipio de Tenejapa.

 

Azelia Hernández, de la citada instancia dijo que en el sexenio han documentado graves violaciones a los derechos humanos, tal como en el caso del desplazamiento de la referida población. “En este lugar tenemos la desaparición forzada de Alonso López Luna, cuya familia está integrada por cinco niñas y cinco niños, los cuales no reciben ningún tipo de atención de las autoridades”, dijo.

Recordó que este 2017 se cumplen seis años del desplazamiento forzado de varias familias de la zona. “Resulta indignante la ausencia de justicia no sólo en términos de castigo a los responsables, sino en lo que se refiere a proporcionar las condiciones para que los menores pueden ejercer sus derechos”.

Calificó la situación de los indígenas afectados como inadmisible. “Se requiere una respuesta efectiva y adecuada para proteger su seguridad y garantizar un retorno voluntario, digno y seguro a su comunidad. Además de ser necesario integrar una solución definitiva que atienda los problemas que dieron origen al conflicto”.

Aseguró que las acciones emprendidas por el Estado hasta el momento no toman en cuenta las causas estructurales y las consecuencias específicas de estos contextos. “En otras palabras, no responden al mandato de la protección integral de la niñez ni toman en consideración su interés superior”, anotó.

Hernández aseveró que la reiterada incapacidad institucional para atender los conflictos políticos enmarcados en expresiones graves de violencia han provocado que cientos de familias en Chiapas resulten desplazadas y que se vean forzadas a vivir en condiciones que atentan contra su supervivencia y desarrollo.

“El escenario actual de crisis que enfrentan los niños que habitan las localidades en conflicto, como en Banavil, Chalchihuitán, Chenalhó, Oxchuc,  entre otros, se pudieron haber evitado, pues estos fenómenos interrumpen la vida de la comunidad, particularmente de aquellos que viven en vulnerabilidad”, subrayó.