Grupo ECHO se deslinda de Rafael Jiménez Arechar

Lo tachan de manipulador y tirano

Por MISAEL ZEÑAY

Tuxtla Gutiérrez

Luego de constituirse formalmente este martes como Asociación Civil, el grupo conocido como Empresarios Chiapanecos Organizados (ECHO), se deslindó de su anterior líder, Rafael Jiménez Arechar, e informó que las negociaciones con el gobierno estatal para el pago de los adeudos van por buen camino.

 

Durante la ceremonia de instalación como organismo civil recordaron que en enero de 2016 un grupo de empresarios de diferentes ramos, quienes estaban cansados de agotar instancias para que la administración estatal les finiquitara los adeudos por la venta de diversos productos y servicios, salieron del anonimato e hicieron diversos pronunciamientos en pro de esa cobranza.

“Dicha iniciativa dio origen a ECHO, organización apolítica, sin fines de lucro y con el único objetivo de que los adeudos fueran saldados, dado el grado de afectación que tenían las empresas involucradas. Sin embargo, no todos compartimos la forma de organización que fue adoptada”.

Relataron que en agosto de mismo 2016 el organismo sufrió un punto de quiebre el cual originó la salida de varios miembros del grupo, los cuales sin embargo, coincidieron en diversas constantes como el tener expedientes de adeudos legítimos y documentados y el que no aceptaran de Arechar actitudes de tiranía e imposiciones tales como:

1.- Cobro por la gestión de la cobranza, cuyos porcentajes iban desde 7.5 hasta el 30 por ciento.

2.- La intención de que se firmara un pagaré por estas cantidades a nombre de Berenice M. Rivera, supuesta abogada de Rafael Jiménez.

3.- La obligatoriedad a la participación de actividades de toda índole y en caso de no asistir ser objeto de una multa y/o expulsión del grupo.

4.- La obligatoriedad de firmar tres cartas en donde Arechar se deslindada de la solicitud mencionada en el punto 1.

5.- La negativa a informar de los acuerdos logrados en las diversas dependencias a nombre de las empresas.

6.- Total opacidad en el manejo de los recursos que se recababan vía cuotas.

7.- La revisión obligada de los celulares de algunos de los miembros en una clara violación a la privacidad y los derechos humanos.

8.- La actitud soberbia, prepotente, manipulación, abusivez, injurias e infundios y una constante guerra psicológica que provocaba entre los miembros del grupo.

En su exposición, detallaron que tras la división cada uno decidió su andar en pos de la cobranza y por las vías institucionales y aclararon que ante el cúmulo de versiones de toda índole en torno a los desafortunados hechos en los que se detuvo a algunos miembros de ECHO, dejaron de pertenecer a este grupo desde el 16 de agosto de 2016.

Adelantaron que seguirán realizando sus cobranzas sólo que ahora lo harán de manera institucional y legal, pues tienen sus expedientes completos y validados por diversas instancias.