Descubren microcrustáceos acuáticos en ámbar

Con hallazgo se revela una antigua comunidad de manglar en Chiapas

Por ENRIQUE GUTIÉRREZ

Tuxtla Gutiérrez

Investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) dieron a conocer el primer descubrimiento y análisis de microcrustáceos acuáticos, cuyo nombre científico es copépodos harpacticoides, mismos que fueron encontrados dentro de 14 piezas de ámbar en la zona de Simojovel, municipio de la región Norte de Chiapas.

 

Explicaron que este material único incluye un 69 especímenes conservados en ámbar, que representan al menos 10 especies pertenecientes a cinco familias, con una antigüedad de 22.8 millones de años. 

El análisis taxonómico de estos especímenes, dijeron, permitió ubicarlos en familias y géneros recientes de harpacticoides, lo que en conjunto reveló una comunidad que se asocia con ambientes costeros de tipo manglar.

Eduardo Suárez Morales, investigador del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática de Ecosur, reveló: “Este estudio nos dio la oportunidad única de asomarnos a casi 23 millones de años en el pasado ambiental de esta zona del Sureste de México y nos aportó datos directos del tipo de fauna y ambiente que existió en esa época cuando ésta era una zona costera”. 

El hallazgo de estos harpacticoides en el ámbar mexicano, agregó, representa la mayor diversidad de fósiles de copépodos que se ha encontrado a escala mundial.

Los copépodos, explicó, son microcrustáceos acuáticos que tienen una amplia variedad de formas y que en conjunto son considerados los animales más abundantes en la Tierra, por lo que superan en número a los insectos y a otros invertebrados. “Su enorme abundancia se relaciona con su éxito en los ambientes más extensos del planeta como los océanos, las zonas costeras y las aguas continentales”.

Puntualizó que la preservación de los artrópodos acuáticos en ámbar es inusual, pero ofrece, dijo, una visión única de los ecosistemas tropicales y subtropicales antiguos.

Con el ámbar, agregó el experto, se tiene un modo de preservación único, ya que más que cualquier otro tipo de fosilización, éste mantiene las plantas y los animales atrapados en su forma tridimensional.

Subrayó que en sí hay una gran cantidad de bibliografía publicada sobre la diversidad de insectos y otros artrópodos terrestres conservados en ámbar, “pero se sabe muy poco acerca de los crustáceos en general”.

En este hallazgo participaron estudiosos de instituciones como el Natural History Museum de Londres y del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) quienes, en coordinación con Ecosur, lo publicaron el pasado 12 de octubre.