Chiapas, segundo estado que contará con el “Código Infarto”

Simpósium y Presentación del Convenio de Colaboración del Instituto Cardiovascular Metropolitano de Tuxtla

“Tenemos que luchar contra el tiempo… ‘Todas las enfermedades son importantes, (mas) las del corazón son urgentes’”: Juan Carlos Pérez

Por ENRIQUE GUTIÉRREZ

Tuxtla Gutiérrez, Chis.- Evitar los atrasos para la atención de personas que sufrieron un infarto agudo al miocardio por los malos hábitos alimenticios o ante el ritmo acelerado de la vida que provoca el estrés, y además reducir muertes antes de recibir un tratamiento adecuado, es parte de la iniciativa “Stent for life” que llega a tierras chiapanecas a través del llamado “Código Infarto”.

Durante el Simpósium y Presentación del Convenio de Colaboración del Instituto Cardiovascular Metropolitano de Tuxtla (ICT) y el Seguro Popular, efectuado en un conocido hotel al poniente de esta ciudad, Juan Carlos Pérez Alva, pionero del “Código Infarto” en México, aseguró que Chiapas es el segundo estado en el país en sumarse a dicho programa, por medio del cual se busca reducir el número de fallecimientos por ese mal con una atención de entre 60 a 90 minutos desde que se originó el mal.

Uno de los objetivos fundamentales de esta iniciativa, especificó el cardiólogo intervencionista del Instituto Cardiovascular de Puebla, es que “tenemos que luchar contra el tiempo… decía un anuncio de una revista: ‘Todas las enfermedades son importantes, (mas) las del corazón son urgentes’”.

Sin embargo, destacó que el tener que correr ante una eventualidad, “una catástrofe de este tamaño, genera muchos problemas, uno de los cuales es tener la infraestructura hospitalaria y el personal capacitado para resolver y solventar estas cuestiones”.

Recordó que el origen del programa, el cual nace por iniciativa de él entre los años 2006 y 2007, con diferentes fases, estriba en que las enfermedades cardiovasculares “están matando al mundo, están matando al mexicano, están matando a los chiapanecos, pero se debe a la alimentación que tenemos en Latinoamérica, en nuestro país como número uno en obesidad”.

Al respecto, puntualizó: “Si descuidamos nuestra alimentación, si vivimos estresados, las cosas se pueden salir de control. Mientras más garnachas comamos, más cerrada tendremos nuestra arteria; esta disminución de flujo de sangre en las arterias coronarias no se queda ahí, puede generar prácticamente interrupciones del flujo sanguíneo, lo que por ende genera la necrosis (muerte) del tejido miocárdico (corazón), y esto es como tal el infarto agudo del miocardio”.

Ejemplificó que de cada 100 personas infartadas se mueren 30, la mayoría de éstas no alcanzan a llegar al hospital; “la mortalidad prehospitalaria no es muy alta, he ahí la importancia de la creación de estos programas de atención”.

Recalcó además el hecho de dirigirse al nosocomio correcto, en donde cuentan con la infraestructura necesaria, “porque si es al revés nuestra gente se muere después de cuatro, cinco, nueve horas desde que les dio el infarto, de no llegar a un hospital; por desgracia los enfermos aún recurren con médicos ‘similares’, con el cuadro de infarto, o se van al hospital de la mujer porque está más cerca, pero esto no es correcto, lo mejor es dirigirse a uno que cuenta con la infraestructura”.

Ahora con la tecnología, refirió, se plantea que el enfermo reciba y cuente en ese momento con la asesoría de un cardiólogo, y buscar una solución rápida y efectiva sin demorarse en llegar a una clínica, parte medular de “Código Infarto Chiapas”.

Y ante la afectación que genera una trombosis, “lo que finalmente tapa la arteria, el tratamiento número uno, el efectivo de un infarto, es el cateterismo cardiaco con el implante de una malla llamada ‘stent’”. 

EL TIEMPO ES MÚSCULO

Por su lado, Alfredo Estrada Suárez, cardiólogo intervencionista del Instituto Cardiovascular de Tuxtla y ahora responsable del “Código Infarto Chiapas” subrayó que “el tiempo es músculo, y si el músculo cardiaco se pierde, tendremos pocas posibilidades de sobrevivir. Entonces acortar los tiempos es mejorar la sobrevida y disminuir la mortalidad”.

El compromiso del Instituto Cardiovascular de Tuxtla, enfatizó, es tener la atención los 365 días del año, con personal capacitado para realizarlo; “tenemos los elementos, una gran sala de hemodinámica, la mejor del Sureste de México”. 

De hecho, apuntó que cuando a la persona le da dolor, “hacemos una llamada, y para eso proponemos el número 6000 661, fácil de recordar y que promoveremos de manera importante, porque esto nos va enlazar; si usted lo marca, un cardiólogo responderá a su llamado, o bien, cuando marquen al 060, Protección Civil contestará, ellos ya saben qué hacer en estos casos; lo mismo pasará si lo hacen con la Cruz Roja. Paramédicos de San Cristóbal también se unen al ‘Código’”.

Explicó: “El paramédico o enfermo toma un foto del electrocardiograma, y a través del ‘WhatsApp’ el cardiólogo definirá hacia dónde debe ir ese paciente, si va a la sala de hemodinámica o bien va a trombolisis, en su defecto, porque esté ocupada la sala, o no haya disponibilidad; pero preferentemente tendría que ir a una sala de hemodinámica cardiaca”. 

Sobre los instrumentos para que esto se eche andar, el galeno comentó que dotarán de electrocardiógrafos a los principales servicios de emergencia como PC o Cruz Roja o quienes tengan necesidad “contarán con uno en sus ambulancias o clínicas”. 

Sobre los requisitos para que la persona reciba la atención, especificó que deben tener menos de 60 años de edad y contar con una afiliación al Seguro Popular; “la atención no les generará gastos y el gobierno del estado no disminuye sus arcas (recursos), porque todo esto es parte de un presupuesto nacional”. 

Por último, solicitó: “Lo único que le pedimos a la Secretaría de Salud es una cama para ‘Código Infarto’… ¿por qué?, porque ya tenemos la experiencia; hay pacientes que no tienen el recurso, pero nosotros preguntamos si tienen Seguro Popular y son atendidos”.