Aislamiento y depresión, consecuencia de malas comunicaciones

Tuxtla Gutiérrez.- Aislamiento, ansiedad, falta de expresión de los sentimientos o de aspectos emocionales y sociales que incluyen conflictos entre la familia y la escuela son algunas de las consecuencias que sufren los jóvenes al no tener una comunicación adecuada con los padres, reveló Eliu Ramos Salas director general de la Asociación Civil Cencai.

 

A la par, el psicólogo de profesión indicó que está situación puede generar proceso de estrés y separación del núcleo familiar, sobre todo, en los adolescentes que buscan una forma material de expresar las emociones; entre ellas el cutting, practica en la que la piel es lacerada.

Ramos Salas expresó que las adicciones como el consumo de alcohol pueden ser una vía de escape, sin embargo, recalcó que el ingerir estas sustancias no solo se relaciona con una falta de comunicación entre los familiares, “uno de los primeros pasos tiene que ver con la curiosidad, se vuelve como un soporte muy atractivo hacia los jóvenes, aunque vengamos de un núcleo familiar muy fuerte”, complementó.

No obstante, remarcó que por la brecha generacional que existe entre padre e hijo, el aislamiento comienza a hacerse evidente y los niños o jóvenes buscan un núcleo de pertenencia por un proceso de desarrollo natural que, generalmente, se da en los amigos.

“Es ahí donde empieza el proceso de alcoholismo y adicción, el sujeto que consume la sustancia tiene un grupo de amigos que realizan la misma acción”, remarcó.

A ello, sumó que la urbanización y las tecnologías de información también han colaborado para que esta separación sea más prolongada, no obstante, no son responsables de que los índices sean tan altos en la falta de comunicación con los padres o en el incremento de jóvenes que tienen una adicción.

También expresó que si los padres no saben llevar de buena manera el proceso de desarrollo social y evolutivo y acercan a los niños y jóvenes al manejo adecuado de las tecnologías, a saber enfrentar el mundo cambiante relacionados con temas políticos, sociales o labores, “sí va repercutir y los hijos terminarán buscando respuestas en contextos no adecuados”.

 

Finalmente, remarcó que los patrones de conducta para educar a los niños deben cambiar porque la brecha generacional que se vive hoy no es la misma a la que sucedió 20 años atrás, por ello, recomendó a los padres  cambiar los parámetros con los que fueron educados para no crear conflictos con el núcleo familiar que los rodea.