Debemos estar preparados ante los sismos: Arizmendi

El obispo de la Diócesis de San Cristóbal señaló que se deben construir mejor las casas, edificios, iglesias y escuelas para garantizar la seguridad de la población

 

 

Santiago López

San Cristóbal de Las Casas

 

El obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Felipe Arizmendi Esquivel consideró importante conocer sobre los sismos, terremotos, estar prevenidos y saber convivir con ellos, construyendo mejor las casas y los edificios, las iglesias y escuelas, esto luego de los últimos fenómenos que dejaron daños materiales y pérdidas humanas.

“Que los científicos sigan estudiando estos fenómenos, para prevenir con tiempo a la población cuando se acercan. Así como la ciencia ha avanzado para seguir la trayectoria de los huracanes, avisar con tiempo a la población y tomar precauciones, así las alarmas sísmicas han de perfeccionarse día con día”, citó en su mensaje de media semana.

En ocasión de los recientes terremotos en varias partes del país, dijo no faltan quienes afirman que esto sucedió “porque Dios quiere castigarnos, así como destruyó a Sodoma y Gomorra, así está enojado por tanta corrupción, por los crímenes del narcotráfico, por las leyes que favorecen el aborto y las uniones entre personas del mismo sexo, por los pecados clericales, por los abusos contra la madre tierra, etcétera”.

Explicó que los terremotos, al igual que los huracanes y la erupción de volcanes, son fenómenos naturales, “previstos por el mismo Dios al crear nuestro mundo, y en particular nuestro planeta”, aunque la tierra está viva, tiene movimiento, pues si no se moviera, todo sería muerte, desolación y no habría seres humanos, ni agua, ni árboles, ni peces; “nada; sólo desierto, soledad, resequedad”.

Arizmendi Esquivel, añadió que los movimientos telúricos no son algo que se le haya escapado a Dios al formar la tierra; que se haya distraído y no los hubiera previsto, pues todo está planeado y siempre ha habido terremotos; “los hay y los seguirá habiendo, con mayor o menor intensidad”, pues es parte de nuestro sistema de vida.

Por último, llamó a continuar siendo solidarios con quienes más sufren, y “pongamos nuestras vidas en el corazón de Dios. Así, estamos seguros siempre y en toda circunstancia”.