Pese a riesgos, migración no se detiene: Arizmendi

Agencia

San Cristóbal de Las Casas

 

La Dimensión de Movilidad Humana del episcopado mexicano, en coordinación con instancias eclesiales del Triángulo Norte de Centroamérica, junto con el Pontificio Consejo para el Desarrollo Humano Integral, de la Santa Sede, así como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), realizarán el IV Encuentro con obispos y agentes de pastoral migratoria de esos países y del sur de México, del 29 al 31 de agosto, Tapachula, Chiapas.

 

En este encuentro seguirán analizando el fenómeno de la migración y reforzar acuerdos y acompañar a tantos que salen de sus países y pasan por territorio mexicano.

El lema de este encuentro es “Caminemos con Cristo migrante en el mundo”, informó el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi.

En su escrito semanal, dado a conocer por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis Primada de México, el prelado recuerda que el tema de la migración, es un asunto que no nos puede dejar indiferentes, ni sólo esperar que todo lo resuelvan los gobiernos.

“A pesar de las dificultades que atraviesan los migrantes, en nuestros albergues encuentran un oasis para su travesía. En algunos casos, se les ayuda a tramitar su permanencia como refugiados”, recordó.

El obispo informó que en días pasados estuvo en el albergue para migrantes en Palenque, Chiapas, donde supervisó cómo va la construcción del otro en Salto de Agua.

“En ambos, pude platicar con más de 20 que había en cada lugar. A veces pasan pocos; otros días pasan entre 50 y 100, o más. No faltan mujeres, incluso con niños, pero la mayoría son varones entre 18 y 30 años”, precisó.

Felipe Arizmendi agregó: “hemos constatado, desde hace varios meses, que casi todos proceden de Honduras. Nos dicen que salen de su país por la falta de trabajo, por la inseguridad y la violencia, por huir de las amenazas de muerte que les hacen las bandas de las “maras”.

De ahí que el obispo dijo: “les insistimos en que cada día es más difícil pasar a los Estados Unidos. Ellos dicen que lo saben, pero que, a pesar de todo, sienten la necesidad y la urgencia de buscar una salida a su situación familiar y personal”.