Laguna Miramar: La laguna de los Dioses

laguna miramar selva lacandona

Está ubicada dentro de la Reserva de la Biósfera Montes Azules

Tiene una extensión de 16 kilómetros cuadrados  y está ubicada a unos 100 Kms. Al sureste de la cabecera municipal de Ocosingo  

Por Carlos A. Jiménez Vázquez 

El camino es difícil… el camino a otro mundo….

 

Un mundo otrora rebosante de verdor y que hoy está agonizando…

Y las ruedas chocan con las filosas piedras y los minutos se convierten en horas que se pierden con la noche…

Son más de 100 kilómetros hacia una dimensión  aparte, con sus propias leyes… Hacia un universo con su propia visión… Y pequeños seres nocturnos parecieran darnos la bienvenida, pareciendo decir: ¡Cuidado…esto es lo que queda de mi territorio!

Y nuestros pasos nos llevan del camino al sendero y del sendero a la brecha… pasando por el Valle de San Quintín hasta el poblado de Emiliano Zapata…. Y las azuladas aguas esperan pacientes la llegada.

Tiene una extensión de 16 kilómetros cuadrados  y está ubicada a unos 100 Kms. Al sureste de la cabecera municipal de Ocosingo, Laguna Miramar el más grande de los lagos de la selva Lacandona se yergue majestuosa…Ese espléndido sitio donde se entretejen historias diversas a lo largo del tiempo: la de los antiguos lacandones, la de los conquistadores y la del agreste ambiente selvático.

Ubicada en la parte suroeste de la reserva de la Biosfera Montes Azules, laguna Miramar alberga una biodiversidad impresionante:Caobas, y saraguatos, cedros y guacamayas, Amates…Historias y relatos….

Y es que en sus rincones las piedras parecieran hablar, parecieran querer contar historias que se niegan a ser olvidadas y ahí en las verdeazuladas aguas… los remos  rompen en ondas… Que forman figuras caprichosas, figuras que se funden con las blancuzcas arenas del fondo de la laguna.

Es laguna Miramar…. La laguna de los Mayas, la laguna de los lacandones… La laguna de los dioses…  

Apartada y misteriosa… Con el azul turquesa en la mirada  y los sueños perdidos en el verdor de la selva…. Manchones de verdor que aún existen pese a la dramática transformación deforestadora, que en sólo 30 años ha cambiado la fisonomía de la zona. 

Montes Azules fue declarada Reserva Integral de la Biosfera el 12 de enero de 1978; debe su nombre a la coloración que se produce especialmente al amanecer. En esta área protegida se encuentra Miramar, la mayor laguna natural del estado de Chiapas.

Laguna Miramar es como una isla de agua dentro de una densa selva húmeda. Éste es uno de los ecosistemas más diversos del planeta; en su interior uno experimenta esa rara ambigüedad de sentirse un ser extraño en un santuario de la naturaleza y al mismo tiempo parte integral de un todo armónico. Aquí, lejos de la cotidianidad, se estimulan todos los sentidos: es posible percibir colores brillantes, disfrutar aromas exóticos y escuchar los sonidos estremecedores de los monos saraguatos que habitan en los árboles.

La observación cuidadosa del entorno permite admirar las mil y una maneras en que los seres vivos se enfrentan al reto de la supervivencia: los enormes árboles que atrapan la luz y el agua y crean sombra para los otros organismos; plantas como las lianas y enredaderas que los usan como soportes y entretejen su existencia a la de ellos en busca de luz; orquídeas de colores y formas atrayentes para los insectos polinizadores; y bromelias que almacenan agua y se convierten en condominios aéreos para varias especies.

En medio de tanta vida se regula el clima, se atenúa el impacto de la lluvia sobre el suelo y se produce oxígeno, en una actividad incesante de incontables microorganismos, plantas y animales.

En la selva hay dos factores por los que todos los seres vivos compiten: la luz y el agua. El verde oscuro brillante que domina el panorama es característico de las hojas que se extienden a veces más de un metro de longitud para atrapar la poca luz que dejan pasar las copas de los árboles o lo que llamamos el dosel de la selva. Muchas poseen extremos puntiagudos que favorecen el goteo de la humedad que recolectan.

Ahí en la selva la ley de causa y efecto está presente…. Ahí se hace presente el “Matapalo”, una planta estranguladora del género Ficus. Sus semillas son dispersadas por murciélagos; al caer sobre otro árbol, crecen a una velocidad impresionante y lanzan hacia el suelo sus vigorosos tallos que rápidamente se engruesan y quedan finalmente como árboles encaramados sobre otros, a los que envuelven y estrangulan después de varios años. En su lugar quedan huecos que suelen ser ocupados de nuevo por murciélagos.

La diversidad de animales es enorme: colibríes dispersores de polen; mariposas, tucanes, loros y guacamayas que muestran vistosos coloridos; el águila arpía que hace presa de los monos araña, los saraguatos y los osos hormigueros; jaguares, ocelotes y tapires que sigilosamente recorren la selva; peces y aves acuáticas; numerosos insectos y reptiles, entre muchos otros.

Es Laguna Miramar….Uno de los últimos reductos de la naturaleza…. Alejada del bullicio…. Escondida entre sus aguas….En esas aguas verdeazuladas que nos evocan eras pérdidas… Perdidas en la noche de los tiempos…. Y que han quedado lejos, afortunadamente de la indiscreta y egoísta mirada del ser humano.