Piden clausurar cantinas

Luego de una trifulca entre borrachos, fueron retenidas cuatro personas por los propios lugareños que se encontraban festejando el día del niño.

Abel Pérez

Simojovel 

Ante el reciente acontecimiento violento suscitados en el barrio la Esperanza en la cabecera municipal, que dejó como saldo a cuatro personas retenidas y dos lesionados por una disputa entre borrachos, habitantes de la cabecera municipal exigen a las autoridades competentes el cierre inmediato de cantinas dentro del cuadro urbano.

 

Se informó que el pasado lunes se suscitó una riña entre borrachos con propietarios de cantinas en el lugar denominado el “Cafetal” situado sobre el barrio la Esperanza, dejando como saldo a dos lesionados; uno de gravedad, también fueron retenidas cuatro personas por los propios lugareños que se encontraban festejando el día del niño.   

Resulta que tras la trifulca entre borrachos y habitantes del barrio la Esperanza, los propietarios de las cantinas huyeron del lugar y horas más tarde arribó una turba de campesinos destruyendo los inmuebles en busca de los responsables pero no encontraron a nadie, lo que provocó pánico entre los lugareños.

Ante la furia de los campesinos oriundos del ejido el Carmito Buena Vista, lugar de donde es uno de los heridos, al día siguiente nuevamente ingresaron al lugar con machetes y garrotes en mano, por lo que luego de cercar las tres cantinas y las casas de los presuntos responsables, finalmente se entregó Julio “N”, propietario de una cantina.

El detenido fue llevado a la comunidad como rehén para garantizar la solvencia de los gastos médicos del lesionado, además fue amenazado con quemarlo vivo en caso de fallecer el herido ya que su estado de salud era reportado como grave, posteriormente se supo que exigían medio millón de pesos para dejarlo en libertad.

Ante estos acontecimientos, los pobladores exigieron a las autoridades competentes aplicar de manera inmediata los operativos para desmantelar las cantinas clandestinas, pues afirman que por cada barrio se sitúan de cuatro a cinco cantinas en la que además de alcohol venden drogas y sexo servicio lo cual genera inseguridad.