Líderes campesinos expidieron permisos

David Abel Hernández

Simojovel

 

Persiste discrepancias entre grupos de taxistas en disputa de defender un territorio, más bien una fuente de empleo, pues se dice que de los más de 500 unidades que diariamente circulan en la cabecera municipal, únicamente 125 cuentan con autorización provisional de la Coordinación de Transporte Estatal.

 

Resulta que los responsables de esta problemática son los propios líderes de organizaciones campesinas, quienes por algún interés político acuerparon a grupos de taxistas otorgándoles permisos para circular, como si ellos fueran parte de la Secretaría de Transporte, de modo que el número de unidades aumentó desmedidamente.

Ayer los taxistas que dicen contar con autorización bajo un número de expediente, bloquearon las calles del municipio y continuaron con la protesta mientras que la comisión representativa que viajó a la capital trata de lograr acuerdos en el diálogo ante la Secretaría de Transporte, pues sería vital revisar minuciosamente la problemática.

Datos proporcionados de la estadística de transporte urbano y federal en el estado, la autoridad competente no está facultada para otorgar excedentes permisos en base a estudio socioeconómicos, es decir que no debe haber exceso de taxis en una población con bajo número de habitantes.  

Se dice que las calles de Simojovel ha permanecido secuestradas por autos compactos rotulados de taxis, los cuales generan tráfico y embotellamientos, pero lo lamentable es que muchos de esos taxis corresponden a un solo dueño, mientras que los líderes que lo representan se adjudicaron permisos convirtiéndose en los pulpos del transporte local.

El caso es que estos mismos líderes, por acuerdo interno permitieron el ingreso de más unidades y hoy quieren sacarlas de las calles, y es ahí en donde la Secretaría de Transporte debe tomar en cuenta ciertas circunstancia, que los permisos se los den a las personas que realmente lo necesitan, de modo que se deben quitar a líderes, maestros, mecánicos, profesionistas, entre otros, que tienen permisos sin necesitarlos.