Yarrington, Duarte y la justicia

Yarrington, Duarte y la justicia

 

La DEA obtuvo los libros contables en los que se puede comprobar que millones de dólares del narcotráfico fueron destinados a Yarrington y otros colaboradores.

 

Por Jorge Fernández Menéndez

 

Lo dicho, no será sencillo el proceso penal contra Javier Duarte. Ayer mismo, un juez congeló dos de las cinco órdenes de aprehensión que había enviado la fiscalía veracruzana, e incluso en su comparecencia ante el juez federal que lleva los casos de delincuencia organizada y lavado de dinero en el reclusorio norte, los ministerios públicos la pasaron mal por distintos errores u omisiones en sus acusaciones. Habrá que ver hasta qué punto llegan los datos duros para convertir las denuncias políticas o sociales en condenas penales.

Mientras esto ocurría en México, en Italia, el exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, afrontaba una comparecencia por el pedido de extradición que ha presentado el gobierno de Estados Unidos en su contra, acusándolo de estar relacionado con el Cártel del Golfo. También tiene Yarrington acusaciones similares en México pero, sin duda, son más duras las que tiene la justicia estadunidense porque cuenta con varios testigos protegidos trabajando para las fiscalías y también con datos duros sobre cuentas y propiedades de Yarrington en ese país.

El exgobernador, en cuanto concluyó su mandato, en 2004, compró una propiedad por seis millones 600 mil dólares en San Antonio, Texas. Antes de ser gobernador, o sea, cuando era presidente municipal de Matamoros y su paisano Osiel Cárdenas era el que controlaba el narcotráfico en la entidad, recibió de un contratista del gobierno un departamento de medio millón de dólares en la Isla del Padre, también en Texas.

Las autoridades estadunidenses embargaron o congelaron cuentas de Yarringtonpor millones de dólares en Estados Unidos y están investigando, también, los movimientos realizados por Alejandro Cano Martínez, un operador financiero de Osiel que manejaba los recursos que el capo hacía llegar a autoridades políticas y de seguridad y que eran depositados, en bienes o cuentas, en Estados Unidos.

Pero una de las acusaciones más graves en torno a Yarrington, como en varias ocasiones hemos dicho aquí, es la que relaciona a personajes de su equipo muy cercano y a él mismo con el asesinato de Rodolfo Torre Cantú, el candidato del PRI al gobierno del estado, ejecutado una semana antes de las elecciones.

Según la DEA, Antonio Peña Argüelles, excolaborador de Yarrington, recibió el 29 de noviembre de 2011 un mensaje de uno de los líderes de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño MoralesEl Z-40, que le advertía que “su hermano (Alfonso) ha estado diciendo que usted y Tomás Yarrington, junto con (Jorge EduardoCostilla ) El Coss (líder del Cártel del Golfo y enemigos mortales de Los Zetas), asesinaron al candidato a gobernador Rodolfo Torre Cantú porque afectaba al negocio de la construcción y estaba (Peña Argüelles) patrocinado/protegido”. Los restos de Alfonso Peña, el hermano de Antonio, fueron encontrados ese mismo 29 de noviembre en Nuevo Laredo. Junto al cuerpo había un mensaje de Los Zetas en el que acusaban a Antonio de haberles robado cinco millones de dólares.

Siempre según la DEA, Antonio Peña se reunió en 2008 con Yarrington en una casa que éste rentó en San Antonio para analizar el conflicto financiero que existía con Treviño Morales y que terminó con el asesinato de Alfonso. Tiempo después, Antonio Peña Argüelles fue arrestado en San Antonio y se ha convertido en la principal fuente de acusaciones contra su exjefe, Yarrington. En sus declaraciones reconoce que estaba encargado de lavar el dinero del exgobernador en relación con esos grupos criminales.

La DEA sostiene que obtuvo los libros contables de Peña y de su hermano Alfonsoen los cuales se puede comprobar que recibieron millones de dólares del narcotráfico destinados a Yarrington y otros colaboradores.

No tenemos en México, por lo menos con base en lo que se ha informado públicamente, información de ese calibre sobre Javier Duarte o los otros exgobernadores que sufren distintas acusaciones. Tampoco se les acusa, como sí sucede con Yarrington o con el exfiscal de Nayarit, Édgar Veytia, no sólo de actos de corrupción sino de haber sido parte de cárteles criminales. El único gobernador que en el pasado estuvo en una situación similar fue Mario Villanueva, que purga una condena de 22 años de prisión en una cárcel de Morelos, luego de estar detenido en El Altiplano y en Nueva York.

Aún falta mucho por ver en el proceso de Javier Duarte. Por lo pronto, hemos tenido una primera demostración de que las cosas serán mucho más difíciles y largas de lo que algunos creen.

Por cierto, y sólo como demostración de que estos casos no son sencillos ni aquí ni en ningún lugar del mundo. Según fuentes muy confiables, después de meses de ser extraditado a Estados Unidos y de años de investigación, ni las autoridades de ese país ni las de México han encontrado una sola cuenta bancaria o financiera que esté ligada directamente a Joaquín El Chapo Guzmán. Así que aquello que se dijo que El Chapo pagaría el muro con los 14 mil millones de dólares que se supone le iban a incautar vaya dejándolo, una vez más, en el baúl de las ocurrencias.