21 años de la Rial y Laco para rato

Por Fractal

Villaflores, Chis.- Para muchos, dijo Tony Macías al saludar al Gobernador Manuel Velasco, la Rial Academia de la Lengua Frailescana era simplemente un grupo de bolos que se juntaban a decir pendejadas. No desmintió la etilidad que le atribuyen, pero el festejo de los primeros 21 años de la Rial desdice lo segundo. No es que nunca se cuele una bobera en las tertulias que han reunido a este singular grupo, pero las ocurrencias han devenido ideas y las ideas proyectos tangibles como el espléndido Centro Cultural Frailescano, que se ha convertido en obligado punto de reunión para los interesados en el quehacer cultural en Villaflores, en la Frailesca, en Chiapas e incluso en México, donde los petimetres de La dichosa palabra le dedicaron un programa emotivo y divertido a este experimento lleno de humor, de anécdotas, de dichos, de relatos, de cuentos y de todo género de divertimentos lingüísticos.

Sustento mi dicho en el contento que tuve de estar en Villaflor, como le decimos cariñosamente a la ciudad que es corazón frailescano, convidado a la comida de aniversario rialista, antecedida por un singular homenaje a Eraclio Zepeda, el querido Laco, que está sin duda entre los antecesores de este experimento colectivo, pues con los cuentos que escribe y los que cuenta, ha dado un gran aliento a la palabra de Chiapas, a su escritura y a su oralidad. El homenaje es un reconocimiento a flor de tierra de sus lectores más constantes, alegres por que el año pasado Laco recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes y la Medalla Belisario Domínguez como constancias de su talento literario y de su valor como chiapaneco y mexicano.

Llegué a la mesa, sabiamente conducida por el propio Laco, barriéndome en home, pero a tiempo gracias a que la carretera que va o viene de Tuxtla Gutiérrez está, como nunca la había visto, pareja y bien encarpetada. Así que escuché a Uuc Kib Espadas Ancona hacer lo que pocos se atreven en México, asumir una postura crítica frente a los vaivenes de los partidos políticos, particularmente el PRD, que ha dado bandazos frente a un Laco que desde siempre es de una sola pieza y ha permanecido siempre leal a sus amigos y a sus convicciones.

Refirió después Alejandro Sandoval Ávila una historia personal que primero existió en la imaginación de Laco, quien como recordó Jorge Ruiz Dueñas, hacía sonreír de manera socarrona y cómplice con su sola mención a Álvaro Mutis y a Gabriel García Márquez. Porque así como se ha dicho que México es un país surrealista o kafkiano, en el Chiapas de Laco la realidad es mágica. Dígalo si no don Chico que vuela uno de los emblemas e inspiraciones de la Rial. O la anécdota del senador Zoé Robledo Aburto, quien hubo de recibir de urgencia el sacramento de la confirmación para contraer nupcias, teniendo como padrinos nada menos que a dos comunistas irredentos, Elva Macías y Laco Zepeda, en una ceremonia masiva. Cerró fuerte Xavier Lozoya Legorreta recordando su añeja amistad, forjada en sus años compartidos de juventud moscovita, amistad más allá de preferencias ideológicas o de accidentes burocráticos.

Hubo veloz develación de un mural escultórico del villaflorense Robertoni Gómez, que junto con su Hombre  de maíz forma parte ya del acervo del Centro Cultural Frailescano, para cuya segunda etapa se comprometió el güero Velasco a aportar la mitad de la inversión necesaria. Orgulloso y contento, Gil Zepeda, quien dirige el Centro, comentó que establecerán talleres y aulas, así como la Biblioteca y el Archivo Histórico de la Frailesca. 

La Rial, dijo Jorge Ruiz Dueñas en la sobremesa, es una institución ejemplar porque preserva el habla y las formas personalísimas y propias de una región que no deben de perderse; una institución llena de optimismo y de imaginación, prácticamente mágica e inagotable.