Festejan con mucho fervor católico a Santa Rita de Casia

Por Juan Antonio González

 

Pijijiapan, Chis.- Santa Rita nació en Casia, Italia un 22 de mayo. Su verdadero nombre era Margarita, pero desde muy pequeña la llamaron Rita. Desde su nacimiento, la santa empezó a demostrar porque iba ser llamada la "abogada de los imposibles", pues su madre era estéril y no podía concebir hijo alguno. Sin embargo, sus continuas oraciones y penitencias le permitieron obtener la gracia de Dios de dar a luz a una maravillosa y piadosa hija, comenta el cronista de la ciudad, el arquitecto Arturo Sibaja Carbot.

 

El conocido cronista de Pijijiapan señaló que Santa Rita, es la patrona de los pijijiapanecos y se viene celebrando hace más de un siglo, “recuerdo cuando niño –hace ya algunos años- agrega, todo era devoción, el pueblo se entregaba a su patrona, llevaban ofrendas con música, a poco a poco ha ido cambiando, muchos feligreses católicos se han ido a otras iglesias”, añade.

“Considero que sólo el 60 por ciento de la población de este municipio es católico, el cuarenta por ciento se ha ido a otras iglesias, es lamentable pero es la realidad, por eso nuestras fiestas se han ido opacando, además en esta ciudad hay dos fiestas patronales, Santiago Apóstol y Santa Rita de Casia, esta última es la patrona, es la fiesta del pueblo”, puntualiza Sibaja Carbot.

Dijo que a pesar que ese fervor católico ha disminuido, muchas empresas, escuelas públicas y privadas y el pueblo en general siguen con esta tradición, ojalá que perdure mucho más, agrega el entrevistado.

De esa manera, el cronista de Pijijiapan sostiene que Santa Rita, desde sus primeros años, la santa demostraba constantemente su piedad y su deseo de consagrarse a la vida religiosa; su mayor gusto era dedicarse a la oración y a la caridad fraterna con el prójimo. Sin embargo, por decisión y obediencia a sus padres, Santa Rita contrajo matrimonio, recuerda.

El esposo de la santa resultó ser una persona de carácter difícil y sumamente violento que constantemente agredía y humillaba a Santa Rita; sin embargo, ella soportó el genio feroz de este hombre por 18 años, con la más exquisita paciencia, sin quejarse, sin recurrir a autoridades civiles para pedir sanciones y ofreciendo todo este lento martirio por la conversión de los pecadores y entre ellos, el primero, su malgeniudo esposo, y luego sus dos hijos, que también habían heredado el malgenio de su padre.

La paciencia y oración de Santa Rita dieron sus frutos, y poco antes de la muerte de su esposo, y luego de sus dos hijos, se convirtieron de corazón. Ahora ya sin esposo y sin hijos, Rita se dedicó a obras de caridad y a pasar largos ratos dedicada a la oración y a la meditación. Deseaba ser religiosa pero las comunidades de monjas le respondían que ellas solamente recibían a muchachas solteras. Ella aprovechó este intervalo de tiempo para espiritualizarse más y dedicarse con mayor esmero a socorrer a los necesitados.

Al fin las hermanas Agustinas hicieron una excepción y la aceptaron en la comunidad. Una vez admitida como religiosa se dedicó con la más estricta exactitud a cumplir todo lo que mandaban los reglamentos de la Congregación y a obedecer a sus superioras con alegría y prontitud en todo. Además, se dedicó a atender a las hermanas enfermas y a rezar por la conversión de los pecadores y obtuvo prodigios a larga distancia. Santa Rita cayó muy enferma, falleciendo el 22 de mayo de 1457. Su cuerpo se conserva incorrupto.