Perdió sus brazos en accidente laboral pero sigue su vida con mayor ímpetu

Por Juan Antonio González

Tonalá.- A pesar de que un accidente laboral le cambio la vida, pues perdió sus brazos, José Carlos Vázquez Cruz, se ha reincorporado a la sociedad y lo ha hecho con dedicación, con responsabilidad y con mucha constancia; hoy este joven de 34 años de edad cuenta la forma en que ha salido adelante pese a las adversidades.

 

“Mi pasión ha sido el futbol, y ahora me dedico a entrenar a niños desde los cuatro a los doce años, lo importante que ellos estén ocupado en algo productivo y a la vez a mí me ayuda, me desestresa, me interesa que estén más en el deporte y que hagan a un lado el internet, en los celulares, que es la moda hoy en día”, dice José Carlos, quien hace casi dos años cuando trabajaba de albañil en una casa particular de la colonia Evolución, un armex de acero rozó un cable de alta tensión y esto lo electrocutó.

“Minutos antes de mi accidente estaba platicando con un amigo y fue en fracción de segundos que me ocurrió el accidente, nunca pensé que me ocurriría esto, pero Dios así lo quiso, moralmente me siento bien, espiritualmente también y voy a seguir echándole ganas”, dice.

“Me da gusto estar con los niños, desde hace tres meses estoy entrenando, y los niños que deseen venir serán bien recibidos, aquí no hay cobros, todos los días a partir de las cuatro de la tarde estamos en el Estadio ferrocarrilero, la cuestión es echarle todas las ganas y alejarlos de alguna droga o del alcoholismo”.

“Fíjate que la mayoría tiene madera de futbolistas y eso me hace sentir orgulloso y de aquí podrían salir buenos deportistas”, señala y ríe.

“Fue 27 de agosto del 2013 a las nueve de la mañana cuando me ocurrió el accidente por  electrocución por cable de alta tensión, estuve internado en el hospital regional de Tuxtla Gutiérrez por casi 4 meses y dos de aislamiento ya en mi casa aquí en Tonalá”, recuerda.

-Qué paso cuando tú te das cuenta que ya no tenías los brazos, te querías suicidar, que se te ocurrió en mente-. “Al no tener las manos mata a cualquiera, pero fue en ese momento que me di valor yo mismo y me encomendé  a Dios, le pedí que me diera fuerza para salir adelante, él me dio la fuerza y me dolió mucho y todos los días le echo muchas ganas”, acotó.

“Al principio fue difícil pero gracias a mi madre que me ha apoyado ahí vamos; mi pareja me abandonó cuando supo de mi situación –su esposa- y me dejó a mis tres hijitos, pero no le reprocho quizá tuvo razón en irse, pues ya vez la vida ya no va a ser la misma”, agregó.

“Mi hijito mayor es quien me ayuda en lo personal, pero he tratado de hacer lo indispensable, mi familia me ha apoyado”, recuerda.

José Carlos, dice que por parte de los sistemas de gobierno no ha recibido el apoyo: “Honestamente por parte del Estado de Chiapas no he recibido nada, absolutamente nada, conocí a una licenciada de Coatzacoalcos, Xóchitl Mortera, gracias a ella, de la Fundación “Te queremos ayudar”, que me consigue ropa y yo la vendo acá en Tonalá, estoy agradecido profundamente, precisó.

“También hay un programa que tiene la Fundación donde hay probabilidades de conseguir prótesis con sensores, tengo una velita prendida y ella se llama Xochilt Mortera, quien está muy interesada en apoyarme y tener unos brazos robóticos”, señala.

-Ya tocaste puertas en Chiapas para pedir alguna ayuda, que ha ocurrido- “Bueno ellos vinieron a mí y me ofrecieron becas para mis tres niños y pensión para poder sostenerme y otras cosas como despensas pero fue promesa y nada ha llegado aún, es lamentable”.

“Quiero salir adelante, quiero terminar la preparatoria todo esto es con la ayuda de la licenciada Mortera que me ha ofrecido una beca para terminar la prepa, incluso seguir con una carrera universitaria y terminar la carrera de Educación Física; ella está dispuesta a pagarme todo eso. Yo siempre lo he dicho, desde el momento que quedé así me dije, la discapacidad del ser humano no está en lo físico, está en la mente, yo no tengo los brazos pero tengo tres ángeles –sus hijos- por los que voy a luchar siempre”.

-Que le pedirías al gobierno de Chiapas- “si alguien me quiere ayuda pues ahí estoy, necesito apoyo para los niños futbolistas, tengo un equipo que se llama Cometa y necesita material de trabajo, uniformes, balones, conos, no para mí sino para los niños que sean productivos en lo futuro”.

Yo he hecho una promesa a mis hijos: “Voy a estar con ellos hasta que Dios lo permita e invito a los jóvenes que practiquen algún deporte, no precisamente el futbol pues hay varias ramas, el voleibol, beisbol, karate etcétera”, concluye.

 

La Fundación Te Queremos Ayudar nace en Coatzacoalcos, Ver., en diciembre de 2006 con la misión de brindar ayuda a pacientes quemados con la hospitalización, tratamiento y recuperación. También a sus familiares ya que, por ser menores de edad, requieren del cuidado y cariño de sus padres.