El desagradable motivo por el que se nos irritan los ojos en las piscinas

(BBC)

 

Es habitual escuchar decir a los que nadan en piscinas públicas que cuando salen del agua tienen los ojos y la nariz irritados "por culpa del cloro".

Pero según se explica en una reciente campaña de información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), la culpa de esa irritación no la tiene solamente esa sustancia química utilizada para luchar contra las bacterias en el agua.

Según los expertos de los CDC, el verdadero motivo se encuentra en la presencia de fluidos corporales -como la orina, el sudor o las heces- en el agua.

 

Michele Hlavsa, jefa del programa de salud en las piscinas de los CDC, explicó a medios locales que el nitrógeno de esos fluidos se mezcla con el cloro, formando un subproducto que se conoce como cloraminas, que son las que realmente causan la irritación.

Así que cuanta más irritación nos produce una piscina, más orina o sudor hay en el agua.

Además, desde los CDC explican que el fuerte olor a "cloro" que desprende el agua de algunas piscinas es también producto de la mezcla del cloro con los fluidos que traen consigo los bañistas.

Consejos

Desde los CDC piden a los usuarios de las piscinas que tomen una ducha de un minuto antes de entrar al agua.

Desde el CDC, ahora que se ha iniciado la temporada estival de baño en EE.UU., piden a los usuarios de las piscinas que tomen una ducha de un minuto antes de entrar al agua.

También les recomiendan que si se tienen problemas intestinales no se bañen.

Además, piden a los ciudadanos que no orinen en las piscinas y se evite bañar a los niños con pañales ya que estos pueden filtrar la materia fecal de los pequeños al agua.

 

Basta decir que el CDC también recomienda que no se trague el agua de la piscina, no vaya a ser que un baño le haga pasarse una semana en el baño.