En la otra semifinal; viejo conocido

Alan Pulido supo ganarse la enemistad de los Rayados como elemento de Tigres. Mañana los enfrentará como jugador de Chivas

Nota y foto “Excélsior”

MORELIA.

Alan Pulido lleva su historia en la piel: “Dios, te amo, sólo tú puedes juzgarme”, es una de las frases que lleva el ariete tamaulipeco tatuada, al lado del 27 de marzo de 2010, fecha de su debut con Tigres. El ADN felino que lleva desde la niñez, es evidente, aún lejos de Zuazua, donde entrenó desde los 16 años para ser profesional.

 

 Ni Alan, ni Tigres olvidan el pleito de escritorio que dejó al jugador nueve meses, (del 7 de junio del 2014 al 9 de marzo del 2015) alejado de las canchas. La relación de amor y odio entre Pulido Izaguirre y los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León no ha terminado pese al capítulo amargo, pues aún existe un lazo entre ellos: los Rayados de Monterrey.

 Y es que al hoy atacante de las Chivas no se le olvida que está prohibido perder contra la Pandilla. Ya porta la rojiblanca desde el Apertura 2016, pero su odio no apunta a la capital del país, sino al norte, a más de 800 kilómetros de Guadalajara.

 Fui un jugador importante para Tigres y eso es lo que a ellos (afición de Rayados) les molesta. Por eso me gritarán una que otra cosa”, dijo Pulido muy seguro de lo que le espera en el nuevo estadio de Monterrey.

 Su regreso al Volcán se vio frustrado por la huelga arbitral que paró la jornada 10, pero volverá al patio de Rayados, donde ya tuvo un encuentro con la afición local en la segunda fecha del presente Clausura.

Salió de la cancha para recibir atención médica y los seguidores lo abuchearon en cada paso que daba para incorporarse al partido. Pulido olvidó que vestía la camiseta del Rebaño, volteó a la tribuna y con la mano recordó los cinco títulos de Tigres, uno más que Rayados. Antonio Mohamed lo encaró y Aldo De Nigris explotó contra él, al dudar de “la educación que tiene como persona”.

Eso es parte del pasado, la gente de allá recuerda cuando yo estaba en Tigres y les he marcado goles importantes en clásicos que fueron fundamentales para llevarnos nosotros el triunfo y al final eso se queda marcado en la historia”, considera Alan antes de enfrentar nuevamente al Monterrey, en la semifinal de la Copa Mx.

 De los 56 que lleva en sus siete años de carrera, son tres goles los que el hoy ariete del chiverío le ha marcado a los Rayados. Su primer tanto, en noviembre del 2012, fue el único de aquel Clásico del Norte 96 para cortar una racha de cuatro años sin vencer al archirrival; luego, en 2013, marcó un doblete para que Tigres venciera 3-1 en el Volcán. Todos en fase regular de Liga, pero ahora en Copa “tendría un lindo sabor de boca el poderles marcar allá un gol importante. Soy un profesional, tengo que respetar siempre las canchas y ahora no va a ser una excepción”.

 Con el voto de respetar al rival en la cancha y tribuna, el referente de los tapatíos espera “un partido complicado en una cancha que pesa con toda la gente del rival. Rayados se caracteriza por sus individualidades, nos ha tocado ir a jugar allá y hemos salido con buenas cosas, no vamos a especular nada y vamos a salir a buscar ese pase para estar en la gran final”.

 La prioridad es calificar a liguilla, pero jugar la cuarta final de Copa Mx en dos años es una idea que seduce. “Por algo estamos en la semifinal, porque se le ha tomado la importancia que se requiere. Sabemos que va a ser un rival muy difícil, pero nosotros mostrando el futbol que ya hemos realizado, podemos salir victoriosos de ahí para volver a esa instancia”.