Pérdidas millonarias en voraz incendio

Enrique Vázquez Palacios

Tuxtla Gutiérrez

 

 

Cientos de miles de pesos en daños materiales dejó el voraz incendio registrado la noche del pasado miércoles, en varios locales comerciales ubicados en la esquina de la 3ª Oriente y 4ª Sur, en pleno corazón del barrio de San Roque en esta capital, cuyos afectados coinciden en señalar que la deflagración pudo haber sido provocada por descuido de unas personas, al dejar unas veladoras encendidas en un altar. 

 

Juan Santiz, uno de los arrendatarios del local marcado con el número 378, ubicado sobre la 3ª Oriente, indicó que eran aproximadamente las nueve de la noche cuando comenzaron a escuchar ruidos provenientes del local de al lado, donde se expendían frutas y verduras, y de pronto las llamas comenzaron a entrar por la parte del techo, por lo que de inmediato trataron de ponerse a salvo. 

Sin embargo, poco o casi nada pudieron hacer debido a que las llamas comenzaron a destruir todo cuanto encontraba a su paso, alcanzado dos locales más ubicados sobre la 4ª Sur, donde se expendía ropa,  discos, y había un taller de reparación de celulares. 

Emilio Aguilar Moreno, vigilante de seguridad privada, dijo en entrevista que al momento en que las llamas comenzaron a brotar del local donde se vendían frutas y verduras, comenzaron a tratar de rescatar a las personas para ponerlas a salvo, pero que debido a que las llamas ya se habían extendido, solicitaron el auxilio de los cuerpos de rescate y auxilio, por lo que llegaron elementos de Bomberos, Protección Civil Estatal y Municipal, así como elementos de distintas corporaciones policiacas que acordonaron la zona. 

Sobre las posibles causas que provocaron el incendio, el vigilante indicó que al parecer, los dueños o encargados del local donde se expendían frutas y verduras, continuamente ingerían bebidas embriagantes y tenían un altar donde acostumbraban dejar veladoras encendidas y esa pudo haber sido una de las causas que provocaron el incendio que afortunadamente no dejó víctimas. 

Cabe señalar que de acuerdo con algunos vecinos del lugar, la casa al parecer es o era propiedad de una familia de apellido Arévalo, donde hace muchas decenas de años, se expendía petróleo y todavía estaba edificada a base de barras de adobe y tejas de barro.