Bud Light Wish Outdoor, beats para no derretirse

Martin Garrix y Dash Berlin fueron las cartas fuertes del festival que se realizó en el Parque Fundidora de Monterrey

Nota y foto “Excélsior”

MONTERREY.

Abrir las puertas del Bud Light Wish Outdoor fue darle la bienvenida a un festival lleno de diversión, música electrónica, niñas guapas, jóvenes fresones y un calor de 40 grados.

 

Para un regiomontano, estar en el Parque Fundidora a las 14:00 horas del sábado, fue un juego de niños superado cerveza tras cerveza, pero para los chilangos fue un martirio traducido en sudor.

Nadie se quejó. A esa hora se podía bailar con las Le Twins, un dúo de productoras locales, o pasarla de lujo en la zona Bud Light Epic Land, un lugar para despertar al niño interior.

Fue imposible dejar de pasar a una tierra geek con un grupo de guapas edecanes, sin una gota de sudor, para tocar Guitar Hero y Mario Kart como si se estuviera en casa.

Doblando la esquina de la tierra épica estaba Mike Cervello en su cátedra de hardstyle, un soundtrack de locos e ideal para los morros que sudaron la gota gorda jugando ping pong y fubolito en las terrazas. Ejercitar el pulgar en las arcades fue menos desgastante en ese momento.

Oliver Holdens, el DJ número 8 de acuerdo con el top de DJ Mag, fue tan pletórico que hasta hizo aparecer a un Papa Emeritus III entre el público, quien desde luego era un fan disfrazado del polémico vocalista de Ghost.

Heldens recurrió a las mismas canciones de todos los productores, I Gotta Feeling (Black Eyed Peas) y Seven Nation Army (The White Stripes), para los villamelones del festival, una mayoría que supo tararear el ritmo de la rola de Jack White, pero sin saberse la letra. Garrix aplicaría la misma rola, con el mismo resultado.

En comparación con la CDMX y sus festivales de electrónica, los regiomontanos no bailaron con sus letreros con memes, caritas de Carmen Salinas, Pedrito Sola o el popular Negro del Whatsapp. Una que otra apareció por ahí, pero fueron minoría.

Muchos estuvieron clavados en el raver de los Kandi-Kids, quienes usan kandis, accesorios hechos con cuentas de colores que establecen un código contracultural efectivo, que espantaría a los moralistas, pero que tiene un mensaje positivo: PLUR (Paz, Amor, Unidad y Respeto).

A las 19:00 horas en la zona de food trucks, dos dealers (traficantes) fueron sometidos por elementos de seguridad, mientras muchas chavitas se tiraban al pasto por cansancio.

Martin Garrix, el DJ número uno del mundo, apareció en una magna postal: llamaradas, pirotecnia y una chica lanzándose desde la tirolesa del Bud Light EpicLand.

Tocó su hit Animals, canción que recientemente alcanzó los mil millones de reproducciones en YouTube.

El calor se fusionó con la humedad ya caída la noche y nadie se salvó del sudor, del baño de un líquido de dudosa procedencia y de los mala copas que atropellaron a la gente al trastabillar.

El holandés de 21 años recurrió a los remixes de Calvin Harris, Michael Jackson, The Weeknd, quizá uno de los errores más constantes en los exponentes del EDM (el subgénero más comercial de la electrónica), que los hace tan criticados. Su acierto fue tener la fiesta prendida con sus propias rolas, como la nueva There For You, que grabó con Troy Sivan.

“Estamos pasando por tiempos difíciles en el mundo. La cuestión de la seguridad es bastante importante, pero lo peor que podemos hacer es tener miedo y dejar de tocar o asistir a shows”, dijo el DJ holandés Headhunterz antes de salir a su set, ante la prensa.

Sobre su cabina trajo un cotorreo de hardstyle bien revolucionado, justo lo que se necesitaba después de tres horas mainstream. Aprovechó para presentar Landslide, uno de sus tracks recientes.

Dejó todo listo para que en la madrugada de ayer, Dash Berlin, uno de los consentidos de los mexicanos, trajera el trance a un festival donde el calor fue un asistente más.

Como siempre, se enrolló en una bandera mexicana, la extendió, la agitó, la trató como si fuera la suya. Por algo sigue siendo el consentido de los mexicanos, respetado por Till the Sky Falls Down, hasta su más reciente Heaven, en colaboración con Do.

Si en la CDMX canceló su show, en Monterrey tuvo la respuesta que no tuvo en la capital, donde, se dijo, no vendió suficientes entradas. El cierre para 12 horas de música electrónica llegó a las dos de la madrugada con un show de pirotecnia con dirección a la capa de ozono y a la exitosa edición del festival.

¡Portazo!

El sábado circuló un video de un portazo en el Parque Fundidora y se viralizó, no por el acto de no pagar un boleto, sino por lo chusco de su contenido: una estampida humana entra corriendo al foro, atropellando guardias de seguridad y un hombre trató de impedir que un joven se colara lanzándose cual portero de futbol, una técnica depurada que terminó como meme en redes sociales. El premio se lo llevó #LadyColada, una chica que se metió caminando por un costado.