González Iñárritu: La realidad virtual es todo lo que el cine no es

El realizador comparte los detalles detrás de 'Carne y Arena', donde el espectador se convierte en un personaje más de la historia; la exhibición llegará al Centro Cultural Tlatelolco en agosto

Nota y foto “Excélsior”

CANNES, Francia.

Ni el propio Alejandro González Iñárritu encuentra las palabras para explicar lo que es la realidad virtual, el formato con el que realizó su más reciente trabajo Carne y arena, que presentó en el Festival de Cannes antes de su apertura oficial en la Fondazione Prada de Milán en dos semanas.

 

“Si un automóvil no tiene ruedas ¿qué es?”, se pregunta El Negro de manera reflexiva antes de lanzar un par de frases que quedarán como parte de la historia de un nuevo medio audiovisual que durante los próximos años, o décadas, transformarán la experiencia humana.

“No sé qué es, pero lo que descubrí es que aunque los dos son medios audiovisuales, la realidad virtual es todo lo que el cine no es.

“La realidad virtual no es una extensión del cine, no es una herramienta de promoción de cine, no es un aumento del cine. No es cinema, es ser cinema. Es el nacimiento de un medio absolutamente distinto, quizá el octavo arte, porque de esto ya no hay vuelta atrás”, explicó desde la terraza del JW Marriot de Cannes, con vista al Mediterráneo.

Hace cinco años, el director de Amores perros, Babel y Birdman tuvo la idea de emplear la realidad virtual para abordar una historia de migración, donde el espectador se pusiera literalmente en los zapatos de quienes buscan cruzar la frontera de México hacia Estados Unidos.

 La idea sedujo a la italiana Muccia Prada, quien decidió apoyarlo bajo la única condición que nunca se obtuviera ningún tipo de beneficio económico y, que de ser así, se donara a alguna fundación pro inmigrantes.

Pero la tecnología no estaba lista. Así que esperó hasta 2016 para desarrollar el proyecto y empujar la tecnología que emplea 3D, vista panorámica 360 grados y efectos especiales digitales o CGI.

“Todo se trató de probar y fallar. No teníamos ningún precedente. Era aterrador, porque hace tres o cuatro meses decíamos: ‘va a ser un fracaso, un desastre’.

“Había miles de limitaciones técnicas y cosas que no sabía cómo resolver, pero fue un proceso creativo muy liberador, porque te quita todas las preconcepciones y prejuicios que tienes”, añadió.

El realizador precisó que la realidad virtual no es una extensión del cine.

“Las posibilidades son infinitas, pero también te demanda como director. Tuve que empezar de cero, aprender otra vez todo, porque no sabía nada,  no tenía un precedente.

“La definición de cine para mí es el encuadre: la longitud de una escena, la yuxtaposición de tiempo y espacio a través de la edición. Nada de eso aplica aquí. Será muy difícil volver a la pantalla plana.”

DONALD TRUMP NO LE INTERESA

El director habló sobre Donald Trump, impulsor del muro en la frontera mexicoestadunidense, con quien ha intercambiado opiniones opuestas sobre el tema migratorio.

Acerca de que Trump sea uno más de los espectadores de Carne y arena, dijo: “No me interesa Trump. Me interesa que la vayan a ver los jóvenes.

“Todo esto se ha politizado. Es una crisis existencial humana. Los inmigrantes no son una amenaza, son una oportunidad. Es curioso, pero la realidad ha dejado de ser relevante, y es bien complejo pensar que tenemos que crear la realidad virtual para hablar de una horrible realidad.”