AHMSA recortaría a 2,000 trabajadores en Coahuila

(EL HORIZONTE)

La competencia desleal y las crecientes importaciones de acero procedentes de China y Rusia han dañado seriamente a la industria mexicana, por lo que la empresa Altos Hornos de México (AHMSA) analiza el reajuste de 2,000 personas, principalmente contratistas externos y personal de confianza.


Francisco Orduña, vocero de la empresa, aclaró que en el análisis del recorte de personal no se incluye a trabajadores sindicalizados (que suman unos 14,000).

Explicó que la sobrecapacidad de más de 200 millones de toneladas que existe en el mercado mundial del acero ha golpeado severamente al sector, que ha visto una caída del 30% en los precios del acero sólo en lo que va de 2015, y más de 50% en los últimos cinco años.

Indicó que además afecta la depreciación la moneda rusa (el rublo), lo que también favorece la llegada de sus productos al país.

Refirió que han visto muchas importaciones supuestamente temporales que entran a México sin pagar impuestos y luego no hay seguimiento para ver si en realidad ese acero sale del país.

Las regiones más afectadas con el recorte serían Monclova, la región carbonífera y el norte de Coahuila, y Piedras Negras.

El directivo comentó que la empresa también tendrá que evaluar posponer algunos proyectos de inversión no prioritarios.

"Hay casos de recursos naturales, como minas, proyectos de modernización, mantenimiento no prioritario, pero no se han definido con precisión", agregó.

DEMANDA NO ES PROBLEMA


El consumo de acero laminado en México aumentó 12% en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2014, según la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero). Sin embargo, esta mayor demanda está siendo abastecida con importaciones, ya que en dicho periodo observó un déficit en su balanza comercial de acero laminado de 1.7 millones de toneladas.

América Latina importó 6.1 millones de toneladas de acero laminado en el primer trimestre, 20% más que el mismo lapso del año anterior.

"Las importaciones de laminados ya representan 34% del consumo de la región, lo que trae aparejado desincentivos a la industria local, crecientes fricciones comerciales y está poniendo en riesgo fuentes de trabajo calificado", advirtió Alacero.