Reviven diálogo imposible en el Museo Jumex

Se presentará durante siete horas continuas el collage literario que creó hace medio siglo el artista argentino León Ferrari 

Nota y foto: Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO.

Un total de 185 voces discuten sobre retórica política y acciones de guerra. El diálogo ocurre en medio de la crisis por la invasión estadunidense en Vietnam, el juicio por el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial y las revoluciones en Latinoamérica. Ocurre hace 50 años entre Hitler, el Papa VI, Goebbels y Dios. Es la conversación ficticia que León Ferrari (Argentina, 1920-2013) construyó como un collage de pensamiento de políticos, periodistas y gente anónima.

 

El parlamento literario se titula Palabras ajenas, el primero de cuatro collages que el artista hizo en su trayectoria artística como una crítica al imperialismo estadunidense, al pensamiento de guerra en Europa y las crisis en América Latina, en particular Argentina. Y es, en un sentido estricto, un ensamble de frases, ideas y palabras que Ferrari recortó de libros de historia, periódicos, revistas e incluso la Biblia para construir un solo texto de casi 250 páginas.

Medio siglo después de publicar este collage a manera de libro en el sello Falbo, el proyecto fue rescatado por los investigadores Ruth Estévez, Agustín Diez Fischer y Miguel López con una beca de la Getty Foundation para presentar por primera vez en inglés la versión completa en el marco del Pacific Standard Time: LA/LA el año pasado. Tras itinerar por Los Ángeles, Madrid y Bogotá, la lectura del texto que toma siete horas y media se realizará en el Museo Jumex, el próximo 2 de junio.

No se trata de una obra de teatro en el sentido estricto, sino de una lectura continua en la que participan 35 personas –actores, artistas plásticos y literatos– que dan voz a las 185 personajes que reunió Ferrari. Desde Adolfo Hitler, Pablo VI, Dios y el presidente estadunidense Lyndon B. Johnson, hasta corresponsales de guerra, periodistas locales, militares, profetas y asesores políticos, que en conjunto ponen en evidencia el absurdo de la guerra. Discuten sobre religión, política, sociedad y humanidad.

“León Ferrari lo que quería hacer básicamente era armar un relato y dar voces a los líderes políticos, entre ellos Hitler y muchos otros consejeros políticos para mostrar la retórica política. En el libro aparecen sólo palabras y al utilizar el collage como medio de trabajo saca de contexto esas ideas y las contrasta para delatar o hacer evidente lo horrible de la guerra que se ve personificada en la muerte de miles de personas”, describe Ruth Estévez en entrevista.

Rescatar el collage literario tomó tres años de investigación en el archivo personal de Ferrari –principalmente la correspondencia– en el que el artista da contexto personal y social en el que se creó el texto.  Lo escribió, explica Estévez, entre 1967 y 1968 a partir de tres hechos principales: secuelas de la Segunda Guerra Mundial, la guerra de Vietnam y las crisis en Latinoamérica. Y toma como fuente central la Biblia, la prensa y libros sobre el Holocausto.

Estévez detalla que el pintor y escultor galardonado con el León de Oro en la Bienal de Venecia 2007 estaba muy asombrado ante la crueldad de la guerra de Vietnam que fue, en particular, una guerra muy expuesta en los medios de comunicación donde circulaban imágenes de tortura y de los campos de violencia contra el pueblo vietnamita, lo que hacía eco a los campos de concentración en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Las imágenes de periódicos y narraciones de los corresponsales del sureste asiático motivaron al artista a escribir el texto que publicó en español con sólo 100
copias.

Cuando Ferrari terminó el libro lo envió a amigos, escritores y artistas cercanos para que opinaran; entre ellos Eduardo Jonquières, Leopoldo Maler y Julio Cortázar, éste último fue quien le comentó que lo veía como una lectura en público. Un diálogo escénico, un parlamento callejero. En 1968, el artista pidió ayuda a su amigo Maler, locutor de la BBC en Londres, para hacer una lectura pública del texto. La realizaron en el Arts Lab en Inglaterra, un espacio pionero de arte experimental, con algunos colaboradores de radio; pero sólo permanecieron 40 minutos.

Después, en 1972, en el Teatro Larrañaga de Buenos Aires, el director de teatro independiente Pedro Asquini montó el texto con 12 personas, pero también hizo breves acciones, de dos o tres horas, sin concluir la lectura. “Recibe críticas atroces porque la escena teatral no entendía una obra sin recursos teatrales y que estaba más relacionada con las artes visuales que con el teatro. Por eso decidimos traerlo al presente y generar una lectura íntegra de todo el texto”, explica la curadora del proyecto en el que Ferrari condensa la historia de la violencia en occidente y la ejemplifica con cifras de muertos y víctimas civiles.

La lectura lleva a una reflexión sobre la vigencia de la retórica de la guerra en un presente inmerso en la guerra: “Lo que es fuerte de Palabras ajenas es que es una pieza literalmente escrita hace 50 años y es completamente contemporánea, la retórica política y las acciones de guerra de aquel momento se pueden trasladar al presente cambiando enemigos, protagonistas. Pero muchas de las citas que hay son de generales norteamericanos que hablan de la invasión y de relaciones con Latinoamérica y es muy fuerte traerlo justo a Bogotá o México en un momento de mucha violencia, de elecciones”.

En la presentación del Museo Jumex, participarán Mario Bellatin, Victoria Batres-Prieto, Camilo Beristain, Maris Bustamante, Abraham Cruzvillegas, Iván Edeza, Silvia Gruner, Enrique Jezik, Tania Solomonoff, Carla Romero, Fernanda Villegas, Federico Zapata, por mencionar algunos. Además de los integrantes de Teatro Ojo, y la musicalización de Juan Ernesto Díaz, quien hizo una banda sonora sutil para dar ritmo a la lectura. Esta vez no se exhibirán los documentos que resultaron de la investigación, acotó la curadora.

Como parte de la investigación, se editó en 2017 una suerte de catálogo bilingüe. La edición original en español de 1968 se convirtió en una pieza de colección de la que es muy difícil encontrar un ejemplar, y a pesar de que en 2008 Ferrari publicó otra edición de la versión original en su propia editorial, ésta también está agotada. “Es la fundación del artista la que tiene este pendiente, porque es la dueña de los derechos de autor”.

Palabras ajenas fue el primero de cuatro collages que Ferrari hizo a lo largo de su trayectoria. Le siguieron La Basílica (1985), Exégesis (1993) y Conversación entre Jesús, Jehová y Hitler (1999-2004); aunque Estévez considera que todos fueron parte de un mismo proyecto extendido que inició en los años 60 como una estrategia de crítica política.