Representantes culturales dialogan propuestas

Representantes de los candidatos presidenciales mantuvieron ayer un diálogo sobre el sector cultural, sin críticas ni fuertes debates sobre sus plataformas partidistas 

Nota y foto: Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO.

Destinar 1% del gasto público a la cultura por primera vez en la historia de México, construir una Cineteca en cada estado del país, incrementar la infraestructura cultural fuera de la Ciudad de México, mejorar la Ley General de Cultura, transformar la Secretaría de Cultura (SC) federal en la Secretaría de las Culturas, ampliar la participación de la iniciativa privada en el sector y garantizar la seguridad social de creadores y artistas.

 

Éstas fueron algunas de las propuestas más reiteradas por los representantes de la cultura que enviaron los cuatro candidatos a la presidencia. Se trató de Alejandra Frausto, por Juntos Haremos Historia, de Andrés Manuel López Obrador; Raúl Padilla, por México al Frente, de Ricardo Anaya; Beatriz Paredes Rangel, por Todos por México, de José Antonio Meade; y Consuelo Sáizar, por la independiente Margarita Zavala.

Este encuentro inédito fue promovido por el Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu), a partir del libro ¡Es la reforma cultural, Presidente!, realizado ayer en el Centro Cultural Roberto Cantoral, donde los representantes dictaron una larga carta de deseos, pero sin puntualizar cómo lograrán sus propuestas.

A lo largo de las tres horas del encuentro predominó la camaradería entre los participantes, quienes expusieron sus ideas en cinco bloques, a lo largo de un encuentro que facilitó la improvisación, la apropiación de propuestas, la ausencia de polémica, algunas generalidades y reiteraciones que viciaron el encuentro.

Fue una pasarela que levantó expectativa, donde Frausto se enfocó en la paz y la recomposición social, mientras Padilla insistía en el turismo de interés cultural; Paredes echaba mano del discurso legislativo bajo una política cultural de estado; mientras Sáizar echaba mano de su experiencia como titular de Conaculta, pero sin la respectiva autocrítica. 

REVIVIR LA ARMONÍA

Alejandra Frausto propuso que el Ejecutivo sea el facilitador de los procesos creativos, consideró revivir el programa México Cultura para la Armonía –de Rafael Tovar y de Teresa–, con ensambles o agrupaciones artísticas en las zonas más violentas del país; y pugnó por la redistribución de la riqueza a través de circuitos permanentes que no logró detallar.

Aseguró que la Ley General de Cultura puede mejorar y habló sobre la necesidad de incrementar la infraestructura cultural, pero sin entrar en detalles. Centró su plan en generar paz, a partir del quehacer cultural, y detonar empresas locales, y puso como ejemplo “no comprar instrumentos musicales en el extranjero, sino echar mano de los lauderos mexicanos” para la formación de nuevos ensambles y orquestas.

Y aseguró que la colección Pago en Especie de Hacienda será trasladada a la SC para su mejor curaduría y promoción; además de sistematizar la participación de la iniciativa privada con mejores estímulos fiscales.

IMPULSAR TURISMO CULTURAL 

Raúl Padilla propuso que la SC sea la Secretaría de las Culturas, la cual no sólo se enfoque a las bellas artes, sino que impulse con más fuerza la cultura popular, las artesanías, el diseño y la gastronomía. También habló sobre la real descentralización de la infraestructura cultural y el impulso de un presupuesto digno superior al 0.3%. “Esto tiene que cambiar y se tiene que reflejar esa voluntad e interés en la cultura en el presupuesto”, dijo.

También propuso una revisión profunda de la Ley General de Cultura, estudiar la duplicidad de funciones en el INBA y la SC, y trazar la reingeniería de dichas instituciones, para lo cual se valorará el estatus jurídico de instituciones como el INBA, el INAH y el Fonca.

Aseguró que se pondrá énfasis en el turismo de interés cultural y una reforma al sistema educativo que considere la educación artística en todos los niveles; el rescate de las escuelas de iniciación artística.

Aceptó que promoverá la seguridad social y condiciones dignas para los creadores, el respeto a los derechos laborales de los trabajadores de la cultura; crear circuitos de cine y promoverá una ley de mecenazgo que genere una cultura de la filantropía y una red de créditos a industrias creativas.

POLÍTICAS TRANSVERSALES 

Beatriz Paredes propuso una política cultural de estado incluyente, participativa y con énfasis en la pluriculturalidad; impulsar políticas transversales, garantizar la libertad plena a los creadores, más apoyo en becas para jóvenes talento.

Prometió un gran proyecto de federalismo cultural, con más participación de municipios y estados, así como un gran proyecto de respaldo a los artesanos y una propuesta a escala nacional de cultura digital. Coincidió en que la dependencia central se llame Secretaría de Culturas con mayores recursos y jerarquía administrativa; asumió la necesidad de salarios justos para los trabajadores del sector y seguridad social para los artistas, creadores y una iniciativa de ley para que haya retiros justos.

A nadie le gusta el recorte presupuestal, mucho menos que el recorte presupuestal afecte a los sectores de cultura, arte y desarrollo social. Ojalá logremos una coalición que nos permita garantizar mínimos indispensables para la cultura en los próximos tiempos en México”.

Y enfatizó la creación de un Fondo Nacional para la Rehabilitación de la Infraestructura Cultural, dado que mucho patrimonio está en riesgo; fortalecer los canales 11 y 22, incrementar la participación de la iniciativa privada, establecer presupuestos plurianuales para cultura; y proponer un regidor para la cultura en cada ayuntamiento.

MÁS OBRA PÚBLICA

Consuelo Sáizar propuso el 1% del gasto anual del gobierno al sector cultura –que pase de 13 mil millones en 2018 a 53 mil millones–, “para incrementar el presupuesto de las instituciones culturales tan castigadas en este sexenio”.

Coincidió en la necesidad de ampliar becas e intercambios, un régimen fiscal especial para la cultura, con un presupuesto descentralizado que atienda las necesidades de estados y municipios, y un cheque cultural que garantice a los artistas y creadores su formación.

Insistió en la construcción de una cineteca en cada estado del país para contribuir a la distribución del cine mexicano, la mejor escuela de guionismo a nivel internacional y ampliar la infraestructura teatral con cinco nuevos espacios en el Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional, e incorporando los teatros del IMSS a la SC.

Además, planteó la creación de bibliotecas en todo el país, al estilo de La Ciudad de los Libros; la construcción de la Universidad de las Artes y del Instituto Amalia González Caballero de Castillo Ledón, para la formación de promotores y gestores culturales.

Aseguró que se necesita trasladar el Fonart al ámbito cultural y mover el Archivo General de la Nación de la Secretaría de Gobernación a la SC, y regresar el Fondo de Cultura Económica a la esfera cultural “para aprovechar su dimensión internacional y que se ponga al servicio de todas las instituciones del sector”.