García de la Concha renuncia al Cervantes

El gobierno español aprobará hoy el relevo de Víctor García de la Concha, “a petición propia”, al frente del Instituto Cervantes

 

MADRID.

El gobierno español aprobará hoy el relevo de Víctor García de la Concha, “a petición propia”, al frente del Instituto Cervantes. “Me retiro a la reserva, pero no de la defensa del español”, aseguró el académico, escritor y filólogo asturiano (1934).

 

Hace un año que vengo pidiendo que me releven porque los años van pesando y hay que dejar paso. Han tardado en hacerme caso pero parece que han aceptado mi petición y han elegido a un gran sucesor. Estoy muy agradecido al gobierno”, aseguró García de la Concha.

Se refiere a Juan Manuel Bonet, actual responsable del instituto en París, un candidato que el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes “valora” para relevarle.

Recuerda que estuvo al frente de la Real Academia dieciocho años, “siempre trabajando en la unidad del español”, “el gran ideal” al que se ha dedicado, y cinco años en el Cervantes con el objetivo de “hacer iberoamericano al Instituto”.

Está contento, dice, con “pasar a la reserva” porque eso le permitirá dedicar más tiempo a su familia, a su mujer, a sus cuatro nietos... pero, confiesa, “seguirá en lo mismo, sólo que de otro modo: la unidad del español, que es el objetivo por el que trabajan las academias”.

Asegura que no cambia la dirección del Cervantes por otro destino: “sin puesto se pueden hacer grandes cosas”, añadió riéndose.

Director de la Real Academia Española entre 1998 y 2010, García de la Concha fue nombrado director del Cervantes el 27 de enero de 2012 y lo fue, entre otras razones, por su amplia experiencia en trabajar al servicio de la lengua española en colaboración con las instituciones hispanoamericanas.

Lo que está al fondo de mi nombramiento –explicaba entonces García de la Concha– es el convencimiento de que la enseñanza de la lengua española debe estar enriquecida siempre con la visión americana. Por tanto, el Instituto Cervantes debe trabajar de acuerdo con Hispanoamérica”.

La designación de García de la Concha, que sustituía a Carmen Caffarel, se produjo una semana después de que el escritor peruano Mario Vargas Llosa rechazara el ofrecimiento del gobierno para presidir esa institución.

Durante los 12 años que estuvo de director de la RAE y de presidente de la asociación que agrupa a todas las Academias de la Lengua Española, García de la Concha potenció la relación con estas instituciones hispanoamericanas, con las que la RAE preparó obras tan importantes como el Diccionario panhispánico de dudas,  la Nueva gramática de la lengua española y la nueva Ortografía.